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Jesús Botello es un entrenador, escritor y analista deportivo destacado, conocido por sus publicaciones en el ámbito del fútbol, especialmente en temas de análisis táctico, scouting y liderazgo. Sus obras son valoradas por su profundidad, claridad y aplicabilidad práctica, siendo utilizadas tanto por profesionales del deporte como por aficionados interesados en una comprensión más profunda del juego. Ha realizado contribuciones significativas al análisis táctico, scouting y liderazgo en el fútbol a través de sus libros y artículos. Su capacidad para desglosar y explicar conceptos complejos de manera accesible y práctica ha hecho de sus obras recursos imprescindibles para profesionales y aficionados del fútbol. Su impacto en la educación y formación de entrenadores, scouts y líderes continúa siendo profundo y duradero. Jesús Botello ha popularizado el término "Caos Organizado" en el ámbito del fútbol. Este concepto se refiere a una estrategia táctica en la que un equipo aparenta desorden, pero en realidad sigue un plan meticulosamente elaborado para desorientar al oponente y aprovechar los espacios y oportunidades de manera efectiva.

lunes, 27 de octubre de 2008

Irresistible Liverpool

Xabi Alonso resquebraja al Chelsea, que sumaba 86 partidos seguidos sin perder en Stamford Bridge, y aúpa a los 'reds' al liderato

Gerrard abraza a Xabi Alonso

JORDI QUIXANO 27/10/2008

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Un coro sensacional ha alcanzado el liderato. Con un fútbol peculiar pero automatizado, el último y mejorado modelo del Liverpool resulta irresistible, hasta el punto de batir al Chelsea en Stamford Bridge, estadio inexpugnable desde hacía 86 partidos, desde la primavera de 2004, cuando el Arsenal se coronó en la Premier -el Barça, en la Champions, le venció en 2006-. El ejercicio defensivo del Liverpool es perfecto: basculaciones compensadas, cero huecos para realizar el último pase, constantes ayudas y líneas apretujadas al máximo para restar tiempo de ejecución al rival. Pero los reds, al contrario que en cursos anteriores, cobran protagonismo en campo ajeno y definen mejor. La segunda línea tiene la culpa; y Xabi Alonso, la batuta.

      CHELSEA 0 - LIVERPOOL 1

      Chelsea: Cech; Bosingwa (Sinclair, m. 84), Carvalho, Terry, Ashley Cole; Obi Mikel; Kalou (Belletti, m. 57), Deco, Lampard, Malouda (Di Santo, m. 57); y Anelka. No utilizados: Cudicini; Ferreira, Ivanovic y Alex.

      Liverpool: Reina; Arbeloa, Carragher, Agger, F. Aurelio; Alonso, Mascherano; Kuyt (Lucas, m. 87), Gerrard, Riera (Hyypia, m. 89); y Keane (Babel, m. 59). No utilizados: Cavalieri; Benayoun, Dossena y Pennant.

      Gol: 0-1. M. 10. Xabi Alonso recoge un rechace en la frontal del área y define con la zurda.

      Árbitro: Howard Webb. Mostró la cartulina amarilla a Riera, Gerrard, Mascherano, Malouda, Ashley Cole y Deco.

      Unos 35.000 espectadores en Stamford Bridge.

      La sensación de la Premier este año era el Chelsea. Doblegaba a los rivales con insultante facilidad y pisaba el área contraria a su antojo. La clave era Deco, que otorgó al equipo el primer toque -quizá reminiscencia de su paso por el Barça-, algo de lo que carecen Ballack, Makelele y Obi Mikel, carrocerías de amplio despliegue, pero necesitados de un control para pasar. Lampard, más dotado técnicamente, no mezclaba con soltura por falta de apoyos y se especializó en las llegadas desde la segunda línea y en engatillar desde la frontal. Con Deco todo cambió. Hasta que se toparon con los reds.

      Terrorífica en la misma medida que pragmática, la medular del Liverpool cumple con precisión los dos cometidos básicos del fútbol: atacar y defender. De romper el ritmo rival se encarga el medio centro Mascherano, que exige al adversario tocar de primeras para evitar la patada o el robo del balón. Con unas piernas brutales que aguantan tantos kilómetros como moratones, Mascherano es el capataz de las demoliciones, el fiel escudero del otro eje: Xabi Alonso. Destila el español un fútbol de claqué, especializado en guardar la pelota y entregarla -en corto y largo- donde se descongestiona el campo. No la pierde y la juega de maravilla. Y, como ayer, pisa el área cuando el equipo aprieta. Así, un saque de banda mal contrarrestado por el Chelsea acabó en un balón muerto en la frontal. Alonso remachó con la zurda y, tras tocar en Ashley Cole, la pelota resquebrajó la cadera de Cech y la fortaleza de Stamford Bridge. La excelente medular la completa Gerrard, quien prueba los disparos a media distancia y reluce con el último pase -se echó de menos a Torres, lesionado. El Chelsea tuvo más el cuero, pero lo mareó atrás y nunca conectó con Deco o Lampard, desactivados por completo.

      Durante todo el curso pasado, el Liverpool fue incapaz de ganar a los grandes (Manchester, Arsenal o Chelsea). En éste, ya batió al United en Anfield y ayer al Chelsea, equipo de mal perder, con las entradas a destiempo de Ashley Cole, los codazos de Terry y las patadas de Mikel. No elabora mucho el Liverpool las jugadas. Pero ha pulido defectos como perder balones atrás o no desestabilizar desde las bandas, donde Riera brilla por la izquierda. Un Liverpool de aplauso, líder en solitario.

      jueves, 9 de octubre de 2008

      Riera, formado y pulido a base de consejos y correcciones

      Futbolista a trazos

      Riera acude a la selección española tras alcanzar la madurez en el Liverpool

      JORDI QUIXANO - Barcelona - 09/10/2008

      Riera, en el entrenamiento

      No le salía la bicicleta o su versionada croqueta estilo Laudrup, de derecha a izquierda. Las piernas, rebeldes, se le enredaban y la afición del Espanyol, harta de su descaro y torpes regates, le gritaba con sorna: "¡Riera selección!". Futbolista sin término medio en sus inicios, Albert Riera (Manacor, 1982) se ha pulido con el paso de los cursos, hasta el punto de ser el extremo zurdo titular del Liverpool y el recambio de Capel, lesionado, en la selección. Se ha corregido y, de paso, terminado con sus expresivos altibajos.

      Lotina le solicitó que pisara las dos áreas y Valverde le exigió que tirara diagonales

      Desde que era recogepelotas en el Mallorca, Riera siempre atendió al consejo de su ídolo, Jovan Stankovic. "La misión más importante de los extremos es pisar la línea de fondo", le dijo el serbio. Así, en 2003 y de bermellón, sobresalió en la Liga y ganó la Copa. "Le quería medio mundo", recuerda Charles Camporro, entonces director deportivo del Girondins de Burdeos; "pero acabó en Francia". Allí, sin embargo, pasó dos años irrelevantes, sin apenas gastar los tacos. "El proyecto no me convence", replicó Riera a Jean-Louis Triaud, presidente del Burdeos en 2005. Se marchó al Espanyol. "Ya le quise cuando era Sub 21 y entrenaba al Celta", recuerda Miguel Ángel Lotina, técnico del Deportivo. Pero en el Espanyol no se entendieron.

      Sin desborde y sin presencia en el campo, Lotina le sugirió que se fuera cedido al Manchester City. "No llegaba a ninguna de las dos áreas", subraya Lotina. "Fue una gran idea", aprueba Riera; "porque en Inglaterra gané en velocidad, juego aéreo y agresividad". Su regreso al Espanyol fue sensacional; la misma afición que se mofaba de sus regates, le erigió en ídolo después de la final de la UEFA perdida ante el Sevilla. "Le exigí regularidad y la obtuvo", revela Ernesto Valverde (ahora en el Olympiakos griego); "y le remarqué la necesidad de que no sólo debía ceñirse a la banda, sino que sorprendiera con alguna diagonal". Se ganó a pulso la renovación, donde solicitó, además de un aumento de sueldo, la contratación de su hermano para el filial (ahora, en el Panthrakikos griego). Al final, Riera no congenió con el vestuario del Espanyol y se puso de uñas cuando la hinchada, hastiada por la segunda vuelta del equipo, enseñó una pancarta aclaratoria. "Nosotros nos quedamos sin Europa y vosotros sin la Eurocopa", manifestaba, en referencia al descarte de Riera, Tamudo y Luis García de la selección. Riera se fue a Anfield.

      Con una amplia colección de coches -Ferrari blanco y un Porche Cayenne, entre otros- y dos bares en Manacor regentados por uno de sus hermanos, Riera es feliz en Liverpool. "Tiene una casa alquilada en Albert Dock junto a los demás españoles", cuentan desde su entorno íntimo; "y si tiene tiempo libre, puede practicar su gran afición: el golf". Titular de los reds y "en plenitud física", Riera muestra su mejor sonrisa.

      "Con confianza, es un jugador de primera fila, capaz de lo mejor", suelta Lotina. "Es muy importante en las jugadas a balón parado por su gran remate", apostilla Valverde. "Está jugando a un gran nivel y, aunque no es fácil, tiene un sitio en la selección", argumenta Rafa Benítez.

      martes, 7 de octubre de 2008

      Xavi: "No merezco el Balón de Oro, sin mis compañeros no soy nada"

      APUESTA POR QUE UN JUGADOR ESPAÑOL SE LLEVE LOS GALARDONESJOSÉ FÉLIX DÍAZ. Madrid · Xavi, la prolongación de Pep en el campo

      Xavi, pese a haber sido elegido como mejor jugador de la Eurocopa, se descarta para seguir recibiendo premios como el Balón de Oro o el FIFA World Player. “La verdad es que ni me lo planteo. Soy así. No es por humildad. No pienso que me merezca el Balón de Oro. Simplemente hice una buena Eurocopa, pero yo soy un futbolista colectivo, dependo del equipo, del compañero”.

      El mediocentro del Barcelona está convencido de que sus éxitos son los del equipo: “Yo sin mis compañeros no soy nadie. Seguiré dependiendo de mis compañeros. Mi fútbol es así y si logro éxitos es gracias al resto del equipo”.

      El centrocampista se inclina por el premio para un jugador de marcado carácter individualista: “Destacan más gente como Messi o Cristiano Ronaldo, que por ellos mismos pueden hacer una jugada y decidir partidos”.

      Los méritos de los españoles

      Hablar de justicia en este tipo de premios, totalmente subjetivos, es algo complicado, pero lo que le gustaría a Xavi es que fuera algún jugador español el que conquistara los diferentes trofeos. Al menos, cree que de esa manera el reparto se acercaría a la justicia por los méritos hechos por los españoles. “Ojalá que lo gane un jugador español o, por lo menos, espero que alguno esté ahí, en la lucha. Ojalá esté un español en la pelea. Pienso que sería merecido por lo que hemos hecho”.

      Y lo cierto es que en otras ediciones en las que han coincidido Mundial o Eurocopa, los premios que reconocen a los mejores del año se lo suelen llevar los que más han destacado en las selecciones vencedoras, como sucedió con Cannavaro en 2006.
      

      'El dinero no libera del miedo al futbolista'

      ENTREVISTA AL ENTRENADOR LÍDER DE LA LIGA: UNAI EMERY

      Emery, entrenador del Valencia. (JOSÉ CUÉLLAR)

      Emery, entrenador del Valencia. (JOSÉ CUÉLLAR)

      ORFEO SUÁREZ

      VALENCIA.- Los poetas y los letristas van siempre acompañados de lápiz y papel, porque la inspiración nunca pide cita. Es la misma razón por la que a Unai Emery nunca le falta un bolígrafo con el que anotar las rimas del fútbol que se le vienen a la cabeza, conceptos asonantes y consonantes, con o sin la pelota. Confiesa que a veces las soluciones tácticas le asaltan durante la noche en la cama y que, rápidamente, se levanta para garabatear flechas y nombres en una libreta. En Lorca, Emery fue entrenador y jugador al mismo tiempo. En realidad, siempre pensó como el primero, obsesionado con vencer el miedo que padecía el segundo, porque sin confianza, insiste, es imposible representar idea alguna sobre el encerado de hierba.

      –Habla usted como un terapeuta.

      –Pero soy entrenador. Lo que ocurre es que los entrenadores somos generadores de confianza. Primero intento llegar a la persona y después al futbolista. Les sugiero situaciones, porque pretendo construir un proyecto desde el convencimiento. Yo tengo mis mecanismos para saber cómo reacciona el vestuario. Lo percibo hasta en la manera de saludarme de un jugador. De ahí puedo sacar una conclusión. Primero quiero adaptarme a las cosas positivas que tienen aprendidas los jugadores y, poco a poco, pondré mi sello.

      Después de la primera respuesta, no hay duda posible: Emery es un entrenador-terapeuta. Justo lo que el Valencia necesitaba después de una fase traumática, que convirtió el vestuario en un colectivo de millonarios inseguros y desamparados. Irreverente dualidad que el técnico explica: "El dinero es algo inherente al futbolista profesional. Es una tontería creer que por pagarles más estarán más motivados o serán más impermeables a las críticas. Las cosas verdaderamente importantes no las cambia el dinero, no libera al futbolista del miedo. Yo conozco esa sensación porque fui un jugador débil mentalmente, que antes de jugar los partidos ya los había perdido. Es el entrenador el que tiene que protegerles, convencerles y exigirles".

      Emery, entrevistado por Orfeo Suárez. (CUÉLLAR)

      Emery, entrevistado por Orfeo Suárez. (CUÉLLAR)

      –Rexach decía que para jugar en el Barça había que ser valiente no por el temor a los rivales, sino para superar los pitos de tu propio público y volver a intentar el mismo pase después de un error.

      Mueve la cabeza, incrédulo, y matiza: "Pero la mayoría no lo consigue sin ayuda, porque los jugadores son personas y como tales reaccionan, con sus muestras de debilidad". Lo refrenda con ejemplos en mayúsculas: "Capello hizo una peineta al Bernabéu y Toshack un corte de mangas a la afición de Riazor, y es que pagarles más no les hace invulnerables. A Ronaldo le pitaban en el Bernabéu y estoy seguro de que eso le debilitaba. El mayor alimento para un futbolista es el aliento de su público. Si se siente apoyado, probará más cosas".

      Táctica. Nacido en Hondarribia, hijo y nieto de porteros, su padre fue compañero de Amancio en el Deportivo y su abuelo ganó dos Copas con el Real Unión de Irún. El tercero de esta saga donostiarra, en cambio, sólo jugó un año en Primera, con la Real Sociedad. El resto, en Segunda y Segunda B, categorías en las que asegura que aprendió conceptos de muchos técnicos hasta conformar su propio vademecum. "De Manzano, en el Toledo, me gustaba la tranquilidad que era capaz de trasladar al jugador. De otros me he quedado con soluciones tácticas. No hay que mirar únicamente al Milan..."

      –¿Pero tendrá preferencias?

      –Siempre tuve simpatías por el Barcelona por lo que representaba su juego, el del dream team. También me gustaba el Madrid de Toshack, con aquel 3-3-3-1. Nunca desde entonces me ha parecido tan ofensivo. También con la Real Sociedad del galés disfruté mucho en Atocha y por eso mi objetivo es que, además de ganar, la gente se sienta satisfecha con lo que vea en Mestalla. El fútbol es algo muy serio y la responsabilidad con su esencia, el juego, es de los técnicos.

      Antes de tocar a arrebato en Mestalla, sin embargo, advierte: "Me han contratado por lo que he hecho. Por lo tanto, voy a seguir las mismas pautas que en otros lugares en los que he trabajado, a mantener la misma distancia con el futbolista, porque la única diferencia entre los del Valencia y los del Almería es que los primeros tiene la vida solucionada económicamente, pero eso ya he dicho que no es lo más determinante para el trabajo".

      Albelda es el ejemplo. Acabó la temporada apartado, lejos de la Eurocopa y a cada uno que le preguntaba le respondía con los dígitos de su ficha. «Ha sido un icono del Valencia y ha estado en lo más bajo, y por eso creo que ahora disfruta más con el equilibrio recuperado, lo valora. Estoy encantado con su comportamiento, siempre muy receptivo», razona. No es el único. Fernandes, ofuscado por la noche y cedido, sujeta ahora como una estaca al líder de la Liga, mientras Joaquín celebra tener por fin un entrenador. "Entiendo los elogios en el plano personal. Me gustan, no lo niego, pero no quiero que me equivoquen", añade Emery.

      Sabe cuál es el sitio del jugador y cuál el del técnico: "El futbolista se va a casa, come con su mujer, se va al cine y al siguiente día pregunta: ‘¿Y hoy qué?’. El entrenador no para. Vive a una intensidad mental altísima, hasta que la cabeza se le vuelve una pelota». Para no ponerse como ejemplo, señala a Guardiola, con una obsesión por controlar todos los detalles, más delgado desde que ocupa el banquillo. "Yo el año pasado comentaba con gente de fútbol: ‘¿Habéis visto a Guardiola en partidos de Tercera que no son de su equipo?’ Trabaja. Desde fuera eso se percibe, como su personalidad y compromiso con el juego. No le conozco, pero lo que hace tiene muy buena pinta», dice el técnico más joven de Primera, 10 meses menor que el azulgrana.

      –¿Tiene miedo Villa?

      –Lo que tiene es la portería entre las cejas y mucha fe en sus condiciones. Por eso quiero conseguir que se convierta en un referente, en un modelo para el resto de sus compañeros. Por ejemplo para Mata, que crece por encima de sus posibilidades. Villa debe ser su espejo, un futbolista capaz de marcar una época de la que se beneficien el Valencia y el fútbol español.

      viernes, 3 de octubre de 2008

      "Estoy jugando en el Madrid por cabezonería"

      Sigue peleando con el fatal destino que le ha tocado vivir a la cantera en la época más reciente: "Es normal que pese más un fichaje de 24 millones que uno de la casa".

      Marco Ruiz 03/10/2008

      ¿Para qué le han servido estos cuatro partidos como titular en el Madrid?

      Ser titular no es una sensación nueva para mí. Es un síntoma bueno y, aquí en el Madrid, me sirve para coger ritmo de partidos y de competición.

      ¿No le da confianza?

      Ya la tenía antes de volver. Puede que ahora esté más seguro de mí mismo en el vestuario, en el rol que ocupo.

      ¿Y cuál es ese rol?

      Me sentiré canterano toda la vida, pero ahora noto el respeto de los demás y soy uno más. Lo noto en el trato que los demás tienen hacia mí. Ya me han visto jugar mucho en el Getafe, equipo que me llevó a disputar la UEFA y la Eurocopa, cosa por la que le estoy muy agradecido. Tenía claro que volvía para intentar ganarme un puesto aunque, siendo canterano, lo tienes el doble de difícil. Y más con esta plantilla que tenemos...

      ¿Qué diferencias hay entre cómo jugaba en el Getafe a cómo lo hace en el Madrid?

      Fácil. En el Getafe jugábamos dos pivotes e incluso llegué a experimentar de central. Aquí hay un pivote y dos medias puntas. Tengo más labores ofensivas y libertad.

      Y eso le encanta.

      Sí Me gusta arrimarme al ataque, disparar y llegar. Estoy donde se gesta todo el juego y me encargo de llevar la pelota a los delanteros.

      ¿Dónde es más complicado jugar, más arriba?

      Ocurre que cuanto más arriba te mueves los espacios se reducen. En la media punta tienes gente por delante y por detrás y eso te obliga a pensar rápido, jugar al primer toque y con precisión. Estar más atrás te concede algunas décimas de segundo más. Además, el campo se estrecha mucho en el fútbol de ahora, donde se suele jugar sin extremos.

      Todo es más difícil.

      Ahí prevalece el pase corto, las paredes, el pase en diagonal. Robben, a veces, supone un gran desahogo.

      ¿Qué consigna le da Schuster en cada partido?

      La misma que a todos. Tenemos que coordinar los movimientos, tapar los huecos y hacer las bien coberturas.

      Y a usted, ¿qué le dice?

      Que apoye al pivote defensivo, que apoye de cara a los puntas, que tape las subidas de los laterales. A los tres del centro del campo nos pide que apoyemos al delantero que tengamos más cercano, que estemos por la zona buena

      La 'zona buena'...

      Se trata de dar soluciones.

      ¿Qué valor le da a Diarra dentro de ese sistema?

      ¡Diarra, Gago o Javi García! Tener a alguien que rebañe es fundamental, pero el equilibrio llega cuando trabajan todos.

      ¿Se ve con las mismas características que Guti, Van der Vaart, Gago o Sneijder?

      Nos parecemos muy poco.

      ¿Cómo definiría a Guti?

      Es un fuera de serie, nadie tiene tanta clase como él en esta plantilla.

      ¿Van der Vaart?

      Un tío que, aparte de trabajar en el campo, tiene una zurda de oro y mucha llegada. Es bastante completo.

      ¿Gago?

      Un pelín más defensivo, incluso a la hora de sacar el balón arriesga menos. Se sabe colocar muy bien para cortar el juego. Muy táctico.

      ¿Y Sneijder?

      Rápido, eléctrico. Ser bajito le permite hacer los movimientos más rápidos, desequilibrar mejor. Y luego tiene un golpeo de balón espectacular.

      Y con ese panorama, ¿volvió al Madrid por dinero o por amor a la camiseta?

      Siendo sincero, he tenido muy buenas ofertas. Y a uno le da por imaginar que igual que se presenta esa oportunidad puede no llegar otra. Pero ni siquiera me lo pensé cuando me llamó el Madrid. Era una cuestión de amor propio. He estado mucho tiempo en la cantera y sigo en el Madrid por cabezonería. Tengo que triunfar aquí y hasta que no lo consiga no voy a parar.

      ¿Recuerda cómo llegó a los Benjamines del Madrid?

      Estaba yo jugando con mi hermano un torneo de fútbol siete

      ¡Su hermano!

      Francis, tres años mayor. Un mediocentro que también prometía, aunque era más defensivo, más bruto (risas).

      ¿Dónde juega ahora?

      Jugaba. Se quedó en el Carabanchel, en Tercera.

      Siga con lo suyo.

      En aquel torneo me vio Mezquita y me llevó a hacer las pruebas. Así empezó todo.

      ¿Quién ha sido la persona más importante en su estancia en La Fábrica?

      Todos los entrenadores te aportan, pero yo me quedo con los que me han ayudado en el tramo final, que es el decisivo. Míchel y Mandía estaban muy convencidos conmigo.

      ¿Y Quique Sánchez Flores?

      También. Lo tuve en el Juvenil A y luego me quiso para el Getafe (llegó un año después).

      ¿De su generación, a quién echa de menos en el primer equipo del Madrid?

      Había muchos muy buenos. Granero, Balboa, Juanfran, Valero, Mata Todo depende de las necesidades del equipo; quedarte es una lotería.

      ¿Y algún otro que fuera para crack y que se quedara en el camino?

      Sí, sí Miguel Delgado, por ejemplo. En los juveniles. Un mediapunta que me dejaba alucinado. Pero tuvo una lesión de rodilla y todo se complicó. Creo que hace poco estaba en el Cádiz B. Sólo llegan arriba los que tiene suerte y saben sacrificarse, cuidarse

      ¿A usted quién le metió el gusanillo del fútbol en el cuerpo?

      Mi padre, que siempre ha jugado al fútbol sala. Luego se hizo entrenador. Fue el que me enseñó primero, cuando yo tenía tres o cuatro años.

      ¿Incluido el pegarle con las dos piernas?

      No, no Eso es cuestión de mentalidad. Cuando me venía a la izquierda le pegaba, con decisión, y a base de fallarlas te acaban saliendo. Pero si lo haces desde chiquito, claro.

      A sus 23 años, ¿le marea el mundo en el que se mueve?

      No paran de lloverte los consejos y los amigos. Pero uno no es tonto y sabe a quién hay que hacer caso y a quién no.

      ¿El mejor futbolista que ha visto sobre un campo?

      Zidane era una maravilla, pero yo, por cuestiones evidentes, me quedo con Raúl.

      ¿Cómo le ve?

      Igual que siempre. Es normal que no juegue algún partido, como le ocurrió ante el Zenit. No hay que alarmarse. Sigue siendo un ejemplo para todos los que venimos de abajo, por cómo actúa, cómo trabaja, y por cómo es.

      ¿Le obsesionan a usted las críticas?

      Nunca. Leo los periódicos cuando los tengo a mano, pero no soy de ir al kiosko a comprarlos. Tampoco suelo ver los partidos repetidos después de jugarlos. Intento desconectar. Si se me da bien, no suelo mirar nada.

      ¿Cuál es la crítica que más le ha dolido?

      Me siento bien tratado por la Prensa, pero veo que cuesta más trabajo que te valoren cuando vienes de la cantera. Lo respeto, pesa más un fichaje de 24 millones que uno de la casa. Las cosas hay que justificarlas.

      Hablemos del equipo. ¿Se están acostumbrando a ganar pasándolo mal?

      No sería malo que fuera así. Saber sufrir es una virtud. Ganar sufriendo nos fortalece, como sucedió ante el Zenit. Estas cosas hacen equipo, nos junta a todos para mirar al mismo lado y sabemos que si seguimos así podemos hacer grandes cosas. Ahí empezó el Madrid a remontar el vuelo en la última etapa de Capello.

      ¿Hay muchas diferencias entre el vestuario del Getafe y el del Madrid?

      Claro. El del Getafe era más familiar. Pero bueno, aquí ahora hay muy buen ambiente, y se lo dice un hombre que lleva cuatro años subiendo y bajando al primer equipo. He conocido más épocas. Ahora hay unión, buen rollo. Creo que las sensaciones son muy positivas.

      ¿Hasta dónde puede llegar este Madrid?

      Eso lo dirá el tiempo, pero yo tengo la sensación de que podemos ganar Liga y Champions. Hay grupo para ello.

      miércoles, 1 de octubre de 2008

      LA IMPORTANCIA DE SER UNA FAMILIA

      EL LATERAL FRANCÉS ASEGURA QUE DEBEN CONOCERSE MEJOR ENTRE ELLOS

      Abidal: "En el campo somos una familia, pero fuera no"

      Eric Abidal, defensa francés del Barcelona, criticó este martes el ambiente que vive el vestuario del conjunto azulgrana y explicó que los jugadores son "una familia dentro del campo, pero fuera, no" por lo que considera que deberían "conocerse mejor".

      Aunque compareció ante los medios en la víspera del encuentro de Liga de Campeones ante el Shakhtar Donetsk, el jugador francés apenas se refirió al partido y reconoció que en Barcelona no tiene amigos, "sino compañeros de fútbol", en contra de lo que sucede con su mujer y sus hijas, y lamentó no conocer "qué hacen en su vida y con su familia" el resto de jugadores. "Para mí, es importante conocer a todos los compañeros, porque en el campo somos una familia, pero fuera no. Al final, si estás bien fuera de casa, en el campo es mejor", dijo.

      Abidal subrayó que en Francia "las cosas son diferentes" en la medida en la que los equipos "se reúnen de vez en cuando en alguna casa o en algún restaurante para cenar", algo que en Barcelona sólo ha visto "dos o tres veces". "Es una cuestión de 'feeling', si quieres se hace y si no, pues no; pero no necesito ganar tres o cuatro partidos para hacerlo", respondió Abidal cuando se le recordó que el año pasado, al frente del filial, Pep Guardiola invitaba a sus jugadores a comer cuando éstos enlazaban cuatro victorias consecutivas.

      Cuestionado su rendimiento en el arranque de la temporada, el francés admitió que su nivel "no es el mejor" y prometió "trabajar muy duro en los entrenamientos" para estar siempre "al cien por cien". Abidal, además, se refirió a su compatriota Thierry Henry, de quien dijo que "puede ser que le falte alegría fuera del campo", ya que sobre el terreno de juego "tiene experiencia y sigue haciendo goles".