Lo mejor está por llegar

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Analista Deportivo en Medios de Comunicación. Profesor de la Real Federación Andaluza de Fútbol. Analista Deportivo en Real Betis. Asesor Deportivo. Escritor del primer libro internacional sobre "Scouting Deportivo : Metogología, Scouting y Coaching" obra considerada el comienzo de la revolución del analista y del análisis como herramientas imprescindibles para profesionalizar el fútbol modesto. Colaboro con revistas especializadas, programas de radio... Para potenciar el #NetworkingSD fundé La Tertulia 10.

miércoles, 27 de mayo de 2009

UNO O DOS NUMEROS 1

CAPDEVILA Y ARBELOA ANALIZAN A MESSI Y CRISTIANO

'Si les miras a los ojos, sabes qué va a pasar'

  • Arbeloa: 'Necesitas tener el día de tu vida y que ellos no estén en su mejor nivel'
  • Capdevila: 'Hay que estar concentrados los 90 minutos. Un descuido y te la lían'
  • 'Yo he marcado muchos goles de falta y no he hecho esas cosas'
Ronaldo y Messi, los protagonistas de la final. (Fotos: AFP)
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Ronaldo y Messi, los protagonistas de la final. (Fotos: AFP)

EDUARDO J. CASTELAO

MADRID.- La noche del 21 de febrero de 2007 Álvaro Arbeloa debutó en Liga de Campeones con el Liverpool. Había llegado un mes antes desde La Coruña, y antes de poder encontrar casa se fue con el equipo a Vale do Lobo, un espectacular resort en el Algarve portugués. Allí, al margen de alucinar con la juerga de algunos de sus compañeros –que terminó en una pelea entre Bellamy y Riise–, se encontró con un encargo: 'Vas a jugar en Barcelona. Y vas a jugar de lateral izquierdo', le dijo Benítez días antes de la eliminatoria de Champions que enfrentó a los dos equipos y que ganaron los ingleses.

Fueron media docena de sesiones en el anonimato luso, centenares de repeticiones del mismo ejercicio. Algún compañero lo encaraba y tiraba la diagonal hacia dentro, igual que suele hacer Messi, una y otra vez. Una y otra vez. Y otra. Y otra más. "Aquel día salió bien", recuerda hoy el protagonista, uno de los pocos laterales que se ha enfrentado, con éxito, a las dos estrellas que alumbran el cielo de Roma y que se miden en la final de la Liga de Campeones. "Pero vamos, que necesitas tener el día de tu vida y que ellos no estén en su mejor nivel".

A Joan Capdevila, jugador del Villarreal, internacional como Arbeloa, se le escapa una carcajada a las primeras de cambio. "Intenté parar yo solo, sin ayuda de nadie, a Cristiano Ronaldo en el partido de El Madrigal y no sólo me expulsaron sino que además me cayeron dos partidos de sanción". Habla el catalán del 25 de noviembre del año pasado, en el partido de la quinta jornada de la fase previa. Empate a cero, igual que siempre entre Manchester y Villarreal. A falta de 10 minutos para el 90, una entrada lo mandó a la ducha con roja directa. Retirada la anécdota, opina lo mismo que su compañero de selección: "Hay que estar concentrados los 90 minutos. Un descuido y te la lían", advierte.

"Si les miras a los ojos antes de empezar el partido, sabes qué va a pasar", insiste el lateral zurdo, que empieza a entrar en materia. "Cristiano y Messi tienen mucha velocidad, pero con una diferencia sustancial. El primero la tiene en jugada, nunca con la pelota, y el segundo es siempre con el balón en los pies". Y recuerda Capdevila el gol que le marcó Ronaldo al Arsenal en la vuelta de las semifinales. Un sprint puro y duro de 70 metros, sin balón, que termina con un remate. "Ésa es la diferencia fundamental", coincide Arbeloa, "porque Cristiano aparece mucho más sin balón, por sorpresa, es una cuestión de potencia". ¿Entonces? "Pues igual que para parar a Messi es importante recibir la ayuda de tu mediocentro y del central que juegue por tu lado, en el caso de Cristiano hay que estar muy atento y hablarse mucho con los compañeros. Si juegas en zona, la comunicación es fundamental", insiste el lateral del Liverpool.

Esa diferencia, la movilidad sin balón, hace que las preferencias en el marcaje se bifurquen. "Yo prefiero fijar a alguien como Messi, con todo lo complicado que es", cuenta el madrileño, al que le restan dos años de contrato en Liverpool y al que no se ve con muchas ganas de volver a España. "Si logras que reciba de espaldas y tienes los reflejos para aguantar el primer amague, pierde un poco. Pero insisto, esto es muy fácil decirlo y muy difícil hacerlo".

'Lleva el balón imantado. Esa es la diferencia'

Difícil porque, con el balón en los pies, no hay nadie como el argentino, en ese aspecto muy superior a su único rival por el Balón de Oro. "Messi es capaz de recorrer el campo entero con el balón pegado al pie y es imposible quitárselo porque lo lleva imantado. Ésa es la diferencia, insisto, entre uno y otro. Uno con balón, y otro sin él", afirma Capdevila.

El lateral zurdo habla también de un "sistema defensivo perfecto" para detener a cualquiera de los dos. Coincide con Arbeloa en que uno sólo no es capaz de hacer nada "porque puedes estar 89 minutos perfecto, pero como te enganchen en una te quedas con cara de tonto". Pero hay más diferencias, como apunta otro de los hombres que se ha enfrentado a los dos futbolistas. Carlos Cuéllar, el defensa del Aston Villa, pendiente de Cristiano este año en la Premier y que en 2007 se midió a Messi en la ronda previa, allá por el mes de noviembre, cuando todavía ejercía de central en el Glasgow Rangers. "En el físico Ronaldo es impresionante, tiene mucha más presencia que Messi, más remate de cabeza", explica, vía por donde también transita un tipo, Touré, que tiene para su compañero, Messi, los mejores elogios, pero que guarda alguno para el portugués: "Ronaldo tiene un disparo muy fuerte, sabe ir bien de cabeza...". Todos hablan del sentido colectivo de la defensa, de la inspiración y, claro, de la suerte. "Ante esa cantidad de talento todo lo que puedas pensar a priori se te va al carajo en un segundo", insiste Arbeloa, que con aquel marcaje en el Camp Nou generó algo así como el Método Arbeloa, consistente en utilizar a un jugador diestro en el lateral izquierdo para frenar las diagonales de Messi.

Y luego está el cambio de ritmo. La potencia de Cristiano se debe a un físico mucho más evolucionado que el de Messi, que sin embargo guarda, a cambio, un centro de gravedad difícil de sujetar. "Cuando te arranca en seco te quieres morir", habla ahora Capdevila, a quien el último Balón de Oro le deja otras reflexiones. "Las posturas que pone Cristiano cuando va a lanzar faltas... Son poses que están bien de cara al espectáculo, pero son prescindibles. Yo he marcado muchos goles de falta y no he hecho esas cosas", avanza en una reflexión que trasciende al propio terreno de juego.

"Messi es más humano, más humilde. Los dos tienen velocidad, regate, clase y gol, pero uno [Messi] es más humilde que el otro [Cristiano], y Messi es más regular y más completo, bajo mi punto de vista", cierra Capdevila. Arbeloa asiente sin ser tan expresivo: "El problema del Barcelona en la final puede ser que no tiene a los laterales titulares".

martes, 19 de mayo de 2009

Un estilo de entrenador

Así es el método Wenger

Por ÁLVARO OLMEDO 18/05/09 - 15:14.

Arsène Wenger posa con los dos títulos que consiguió en su segundo año en el Arsenal.

Arsène Wenger posa con los dos títulos que consiguió en su segundo año en el Arsenal.

ARCHIVO MARCA

Arsène Wenger (Estrasburgo, 22/10/1949) es el hombre elegido por Florentino Pérez para ser el entrenador del Real Madrid si regresa a la presidencia del club blanco.

Licenciado en Económicas por la Universidad de Estrasburgo, Doctor honorario por la Universidad de Hertfordshire y tan reservado para él como admirado por los demás, su forma de entender un equipo de fútbol ha servido de guía para una generación de entrenadores que siempre han manifestado su devoción al "secreto Wenger". ¿Pero qué cambiaría en el Madrid con la llegada del actual técnico del Arsenal?

PROYECTO A LARGO PLAZO
Es la principal duda de Wenger. Ya son 13 las temporadas que el técnico francés lleva al frente del Arsenal, donde "sólo" ha conseguido ganar tres Premier League, cuatro FA Cup y cuatro Community Shield (el último de ellos en 2005). En el apartado continental, nunca ha alzado título alguno. ¿Cuánta paciencia tendría la afición blanca si el proyecto no funciona a corto plazo?

PLENO MANDO
En el Arsenal, Wenger ha conseguido tener plenos poderes en el apartado de fichajes y renovaciones, al estilo de Ferguson en Manchester. Sólo los grandes clubes de la Premier gozan de una estabilidad que en la cabeza del técnico francés no está hipotecada a los resultados. El entrenador, por supuesto, está por encima de los jugadores.

Wenger mandó repetir un encuentro en 1999 por no devolver el balón al rival.

HONESTIDAD Y SEÑORÍO
Wenger no quiere acortar el camino para llegar al éxito. Rechaza el llamado "otro fútbol" y mantiene que sólo con esfuerzo e ilusión se conseguirán resultados. ¿Una prueba? En 1999, Wenger mandó repetir el encuentro de FA Cup ante el Sheffield United después de que Overmars anotase el tanto de la victoria sin haber devuelto el balón al rival.

HORARIO DE TRABAJO
Si el Madrid aplica la idea de Wenger, probablemente se acabe el chollo de muchos futbolistas. Al estilo de la mayoría de clubes ingleses, los jugadores del Arsenal pasan buena parte del día en la ciudad deportiva del club. Allí se entrenan mañana y tarde, desayunan y comen juntos la dieta planificada y, en definitiva, conviven diariamente como si fuese su segunda casa.

"Arsène knows", responden los 'gunners' si alguien duda de una decisión suya.

COMPROMISO Y DIÁLOGO
Pese a la imagen sobria y cerrada que suscita, Wenger apuesta por el diálogo y la formación como camino a seguir para plasmar su idea en el terreno de juego. "Arsène knows" ("Arsène sabe"), es la respuesta de muchos 'gunners' cuando alguien duda de una decisión del francés. Con diálogo y mano izquierda ha conseguido que muchos de sus futbolistas piensen lo mismo.

SACRIFICIO COLECTIVO
Si por algo destaca el juego del Arsenal impulsado por Wenger es el juego colectivo. Todos se ayudan a todos bajo dos premisas: conservar el balón cuando lo tiene un compañero y robarlo cuando lo tiene el rival. Desmarques y apoyos constantes y sacrificio para recuperar la posesión cuanto antes. "Especulación", estén seguros, no será la primera palabra del castellano que aprenda, pero los futbolistas que no trabajen en beneficio del grupo lo pasarán mal con Arséne.

EDUCACIÓN Y PROYECCIÓN
La lista de jugadores que han crecido de una u otra forma al lado de Arsène Wenger es interminable: Adams, Henry, Cesc, Pires, Almunia, Clichy... No tienen por qué ser necesariamente unos veinteañeros para mejorar al lado de Wenger, pero sí reunir inexorablemente una condición: que Arsène vea proyección en ese futbolista.

OJEADORES POR TODO EL MUNDO
Es curioso que en un equipo con una media de edad tan joven haya habido partidos en los que el Arsenal ha jugado sin futbolistas ingleses. La apuesta decidida de Wenger por los futbolistas jóvenes no es necesariamente una apuesta por los jugadores formados desde pequeños en la cantera del club.

domingo, 17 de mayo de 2009

ÉXITO PLANIFICADO

LA LIGA DEL BARCELONA EL ENTRENADOR

Guardiola, el triunfo de la pasión

Pep Guardiola. (Foto: AFP Photo)
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Pep Guardiola. (Foto: AFP Photo)

Actualizado domingo 17/05/2009 11:34 (CET)
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FRANCISCO CABEZAS

VIDEO PROMO DE LA IDEA TOTAL DEL BARCA....http://nikefootball.fcbsomosuno.com/

BARCELONA.- «Tengan por seguro una cosa. Sin una dedicación casi enfermiza a este trabajo, el equipo no habría conseguido nada». Las palabras fluyen por boca de uno de los miembros del cuerpo técnico del Barcelona. Una guardia pretoriana que desde el primer día asumió que trabajar junto a Pep Guardiola supondría sacrificio y jornadas de 10 horas. El título de Liga es el triunfo del afán y el empeño solidario de un grupo liderado por un hombre al que le gobierna la pasión. La doble corona santifica ya su labor. El noi de Santpedor, a sus 37 años, se ha convertido en el entrenador más joven de la historia del club en conquistar un título liguero. No sólo eso. Desde que lo hiciera Josep Samitier en 1945, ningún entrenador nacional había ganado la Liga en el banquillo azulgrana.

SACRIFICIO. «Quizás los jugadores han tenido mala suerte de tenerme ahora como entrenador. Soy joven, con poca experiencia, pero tengo mucha ilusión; así que les voy a pedir mucho. Por eso sé que todo irá bien». Era 14 de julio, primer día de la pretemporada, y Guardiola ya avanzaba a los jugadores lo que les vendría encima. Pero ni uno sólo de sus futbolistas habría creído en esas palabras si él mismo no hubiera cumplido con lo proclamado. Valentí Guardiola, padre de Pep, habla con la sinceridad del que sufre: «Vive con mucha más intensidad que cuando jugaba. Vive el Barça las 24 horas. Demasiado incluso. Sabemos que muchas veces su mujer ha tenido que ir a buscarlo a las 11 de la noche. Él todavía estaba allí, viendo vídeos. Y eso que se marcha de casa a las ocho de la mañana. Nos hace sufrir mucho. Es así», contaba el progenitor en una entrevista al diario catalán Regió 7. Su entorno no cree que Guardiola resista ese ritmo demasiados años. No será un Alex Ferguson.

PSICOLOGÍA. «Si los futbolistas piensan que tendrán un entrenador blando, que se preparen». Guardiola, que en sus 11 temporadas como futbolista del Barcelona conquistó 16 títulos, asumía el banquillo azulgrana con dudas acerca del respeto que impondría a jugadores que antes habían sido compañeros y con demasiadas bombas por desactivar. Con Ronaldinho y Deco, dos de los futbolistas proscritos, fuera de su proyecto, Guardiola logró recuperar a Eto'o para la causa después de rechazarlo en un inicio. «Juntos somos más, solos, no somos nada», predicó Pep. El club no consiguió vender al camerunés, el delantero se resistió a cobrar menos, y al entrenador no le quedó otra que apaciguar los demonios de un Eto'o dispuesto a cambiar. Samuel es ahora un futbolista solidario que se desvive por su entrenador: «¡Pep es maravilloso!». Tan comprometido está que ni siquiera ha abierto la boca para lamentar que en el tramo final de la temporada haya tenido que escorarse a una banda, poniendo así en peligro su ansiada Bota de Oro. «Hay un jefe que es el que marca el camino y lo hemos seguido con humildad», clama el delantero. En toda la campaña, ni un sólo incendio que lamentar en el vestuario. «En este equipo, la vaca sagrada soy yo. El líder soy yo», llegó a soltar Guardiola en una de las ruedas de prensa que prepara con mimo. Y así ha sido. Un cabecilla esquivo con la polémica, siempre elegante con el rival y con el seny como estandarte.

NUEVOS HÁBITOS. Aconsejado por el ex vicepresidente deportivo Marc Ingla, Pep Guardiola revolucionó el día a día del primer equipo bajo una gran premisa: control absoluto sobre todas las áreas. Ordenó acelerar las obras de la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí para ganar en intimidad, cerró los entrenamientos a la prensa (sólo abiertos los 15 primeros minutos), impuso hábitos alimenticios (con desayunos y almuerzos en grupo de obligada asistencia) y aplicó con frialdad el código disciplinario (a nadie sorprende que Guardiola multe a sus futbolistas con dureza por llegar un par de minutos tarde al entrenamiento). Por otro lado, los jugadores también han asumido con satisfacción que el Barcelona suela viajar el mismo día del partido, y que en los encuentros caseros, puedan llegar hora y media antes del inicio del encuentro.

LA PIZARRA. Frank Rijkaard conquistó dos Ligas y una Champions sin apenas preparar los partidos. Su baza fue siempre más psicológica que táctica. Guardiola, por contra, nunca ha dejado un sólo detalle al azar. La preparación física ha sido capital (gracias a Paco Seirullo y Lorenzo Buenaventura). Dos colaboradores han grabado cientos de horas de partidos de fútbol, propios y del rival; mientras que Tito Vilanova, mano derecha del técnico desde su etapa en el filial, ha sido decisivo a la hora de perfilar variantes tácticas que pulieran el mismo 4-3-3 que en su día implantó con éxito Rijkaard.

Después de muchas temporadas, el Barcelona ha sacado rédito de las jugadas de estrategia. No sólo eso, ha impuesto un estilo de perfección sublime, tan atractivo como efectivo. Guardiola lo ve claro: «Siempre vamos a atacar. Nuestros principios son irrenunciables». También ha tenido éxito el técnico en el delicado juego de coberturas, sobre todo en el flanco diestro ocupado por un futbolista tan ofensivo como Dani Alves. En el debe queda la defensa en zona en las jugadas a balón parado, uno de los pocos agujeros negros del equipo.

jueves, 14 de mayo de 2009

REPRESENTANTES

La carrera profesional de un excelente negociante

Mar.10, 2009, en Noticias

Los inicios del representante de Alipio hasta subir a la cima del fútbol

Don Joaquim, veterano de la guerra de Angola, jubilado que compartió las ilusiones coloniales de Portugal, revolucionario que se levantó contra la dictadura de Salazar, idolatra a Jorge Mendes. “Él nos ha devuelto la ilusión. Su ascenso ha revitalizado a mi país. Demuestra que el trabajo, con unas gotas de ambición, no tiene límites. Con ejemplos como el de Jorge, volvemos a sentirnos orgullosos de ser portugueses. Lástima que no le conozca en persona. Es un referente para los hombres de negocios”, afirma el anciano mientras pasea bajo los árboles de la rotonda de Boavista. Miguel, de la misma quinta, hasta le propone para la jefatura del Estado.

A un centenar de metros, con unas vistas cristalinas de Oporto, Jorge Mendes Agostinho (Lisboa, 41 años) entra como un ciclón en su soleado despacho de la empresa Gestifute (Gestión de Carreras de Profesionales Deportivos). “Hemos introducido a los futbolistas portugueses en el mercado inglés. Hemos abierto puertas que muchos soñaban con abrir”, dice a toda prisa, “a mil por hora”, secuestrado por sus dos teléfonos móviles. “Y eso que hoy es un día tranquilo”, matiza mientras mantiene el tipo Luis Correia. Sobrino de Mendes, diez años menor, abandonó la “tranquila” vida en un banco para convertirse en el administrador de los derechos de imagen de los jugadores a través de Polaris Sports. “¿Y sabe qué? Que aunque haya días que no pare, que desayune en Londres, que almuerce en Madrid y cene en Milán, a ser posible sólo con una bolsa de mano y dos camisas para no tener que facturar… No me arrepentiré jamás de vivir esta gran aventura”.

Una aventura a la que se han rendido Roman Abramovich, dueño del Chelsea; Alexei Feduricsev, el millonario del Dinamo de Moscú… Todos ceden a los encantos de Mendes, por cuyos jugadores se pagaron 150 millones de euros en verano. Hasta el Manchester, que se gastó 57 por Anderson y Nani, dos cachorros. “Es una buena compra”, zanjan en la praceta do Bom Sucesso.

“Una de las razones de nuestro éxito es que somos innovadores. Todos los temas comerciales los llevamos directamente nosotros. Nos ocupamos personalmente de negociar con las empresas chinas, de los actos publicitarios en Indonesia o Malaisia…”, se enorgullece Correia. Licenciado en Económicas, gestiona desde hace 2005 la imagen de José Mourinho y los 71 jugadores de la compañía. Para reforzar su tesis muestra dos vídeos de promoción de “las joyas de la corona”: Cristiano Ronaldo y Mourinho. Mientras el extremo del Manchester hace mil y un malabarismos y cautiva con su sonrisa, el ex entrenador del Chelsea explota su imagen de “gentleman distante”. En uno de sus anuncios, The Special One salta de un avión en un paracaídas. “¡Es como James Bond! Asume para él toda la presión. Se ha inventado un personaje y lo cumple a las mil maravillas”.

Al contrario que Mourinho, Mendes no es un efecto mediático. El agente más importante del momento, que en el mercado de fichajes de verano colocó a Pepe en el Madrid por 30 millones de euros -”a quienes le critican tanto les invito a ver el partido del sábado en Bilbao. Pepe va a ser el mejor central de la historia del Madrid”, insiste-, rehuye los focos. Al revés que el resto de sus colegas, que se cochambean con la prensa para publicitar sus operaciones, prefiere las sombras. Encontrarse con él es un pequeño milagro. En los últimos diez años tan sólo ha recibido al diario A Bola. “¿Y usted quiere que le atienda?”, exclaman las oficinistas.

Detrás de ese aire enigmático tan trabajado, detrás del agente que convirtió en 2004 al Oporto -ganador de la Champions y un año antes de la Copa de la UEFA- en el club que más millones ha ganado de una tacada (70,5), con Mourinho y cuatro jugadores aterrizando en el Chelsea, se esconde un tipo sencillo. El hijo de Manuel, funcionario de la Administración Pública, y María, ama de casa, cambió su Lisboa natal, metrópoli de 2,6 millones de habitantes, por la villa de 30.000 almas de Viana do Castelo, a 50 kilómetros de la frontera con Galicia. “Porque antes de ser agente, mucho antes de todo eso, Jorge era futbolista. Y con 21 años se fue a buscar fortuna al Vianense”, asienten en su círculo íntimo.

Centrocampista izquierdo, dicen que incluso tuvo una oferta del Benfica. Pero Mendes tenía otros objetivos. Nada más llegar al club, de Segunda B, surgieron sus dotes como empresario. No sólo llegó a pedir la cesión de la gestión de las vallas publicitarias del estadio. Fue más allá. Abrió su primer videoclub. El emporio del mercader de futbolistas más poderoso del globo arrancó entre cintas de Beta y VHS, bajo los luminosos de Samui Video. “Por eso sabe bien el poder de la imagen”, se jactan en Gestifute. “¡Ja, ja, ja! Abría una tienda y la vendía a los pocos días por cuatro o cinco millones de pesetas”, cuenta Mendes mientras vuela por su despacho. En una bolsa lleva una camiseta de Pelé. Falta la firma de la promesa brasileña del Inter. El punto y final para que luzca con las zamarras de compañeros ilustres como Deco, Márquez -las que lucían en la final de la Champions que el Barça ganó al Arsenal en París-, Mourinho, Tiago, Pepe… “Para el mejor empresario del mundo”, se lee en la dedicatoria del zaguero madridista.

La fama precede a Mendes, “responsable de Cristiano y Mou, los dos embajadores de Portugal”. Nadie le critica. “En los negocios es el más habilidoso. Y un enfermo del trabajo”, le definen en el Barcelona. “Mantenemos una relación sana desde que hicimos nuestra primera operación, la de Hugo Leal [temporada 1999-2000]. Luego vinieron las demás”, observa Miguel Ángel Gil Marín. “No es el típico agente que coloca a un jugador y luego se despreocupa. No te lía con comisiones. Éste no. Es trabajador, honrado y busca un equilibro entre las tres partes: jugador, representante y club”, añade el consejero delegado del Atlético. El equipo rojiblanco tiene en nómina a cuatro de los chicos de Gestifute: Maniche, Seitaridis, Simão y Motta. “¿Y…? Sus jugadores suelen dar buen rendimiento. Además, Mendes está bien relacionado; es importante mantener contactos de su talla”, estiman en el Manzanares.

Pero ¿quién fue el primer jugador que representó Mendes? ¿Cómo comenzó su asalto desde un videoclub a la cima del fútbol? La respuesta la tiene Augusto César Lendoiro, el presidente con más años en el cargo de la Liga española. “Y claro, claro, tanto tiempo da para mucho”, se ríe el mandatario gallego, cuatro horas antes del Barcelona-Deportivo. “Pues, mire, Jorge, que para mí es como un ahijado, se estrenó con nosotros, cuando en 1997 aceptamos a Nuno. El portero entonces estaba en el Vitoria de Guimarães. Si no recuerdo mal, pagamos 300 millones de pesetas”. Desde entonces, los dos mantienen “una estrechísima relación”.

“Nuno conoció a Jorge en una discoteca que él mismo montó. Hace amigos con mucha facilidad. Se cayeron bien y una cosa llevó a la otra. Y cuando Lendoiro le trató así de bien… Siempre le estará agradecido ¡Si es que hasta cogía el coche y se iba a Riazor a charlar con el presidente! Podía esperar cuatro horas para tomar un café. Y Augusto le decía: ‘Oye, que falar, falamos, pero no te voy a comprar a nadie…”, recuerdan en su firma. “Tiene un mérito extraordinario”, continúa Lendoiro; “aparte de ser un hombre positivo, que aporta soluciones, se mantiene cerca de los jugadores, pero no se aleja de los clubes. ¡En este negocio, que es como un ménage à trois!”. Después de Nuno le llegó el turno, en el mismo año, a Costinha. El internacional luso militaba en el Nacional, en Segunda. Se contentaba con seguir la Primera División por televisión. Mendes convenció al Mónaco. “Costinha estaba desaparecido, nadie conocía su potencial hasta que le descubrió. Esa operación resume lo que Jorge significa: es amigo, padre, hermano… Es la continuación de su familia. Es el Espíritu Santo”.

“Siendo así, normal que le ganase el puesto a gente más asentada, como [José] Veiga y [Paulo] Barbosa”. Lendoiro es rotundo. Simão, también. “Los mejores quieren estar con el mejor. Aunque los futbolistas hacen al agente. No al revés”, puntualiza con picardía. “Veiga se quedó dormido y no se modernizó. Por eso le dejaron Simão y Maniche”, zanjan en los mentideros de Oporto, capital del mercado futbolístico. “Si es el mejor es porque se desvive por su gente”, refiere Correia. “Los futbolistas deben limitarse a jugar. Que nos dejen el resto a nosotros. Desde dar de comer a sus peces hasta llevarles el móvil a Caracas o hacerles la cena”.

Mendes, entretanto, no habla. Prefiere el anonimato. Así, de paso, la leyenda se agranda

lunes, 4 de mayo de 2009

EL JUEGO DEL BARÇA SE HACE UN HUECO EN LA LEYENDA

¿El mejor equipo de la historia?

  • Guardiola ha conseguido que los azulgrana enamoren con su fútbol, el mejor del momento
  • Su despliegue es comparable al Ajax de Cruyff de los 70 y el Milan de Arrigo Sacchi
Piqué, Henry y Alves. (Foto: REUTERS)

Piqué, Henry y Alves. (Foto: REUTERS)

Actualizado domingo 03/05/2009 16:52 (CET)
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MIGUEL A. HERGUEDAS

MADRID.- Se oye el balón, tac, tac, tac, de lado a lado, se aturden los rivales sin alcanzarlo, hay precisión y fantasía, la belleza se hace fútbol y la ocasión desemboca en gol. Así funciona el heredero del 'Dream Team' de Cruyff, el Barça de Guardiola, que en tan sólo siete meses ha irrumpido como uno de los mejores equipos de la historia. Con el triplete a la vuelta de la esquina, dentro de tres semanas esos títulos pueden abrirle de forma definitiva las puertas de la leyenda.

Es cierto que los plazos son demasiado cortos y todavía no hay ningún trofeo en la vitrina. En realidad, parece una cuestión de tiempo, con la Liga en el bolsillo (récord de puntos incluido), una final de Copa ante el Athletic y el compromiso ante el Chelsea en el horizonte. Pero el juego deslumbrante, la calidad superlativa de Messi, Xavi o Iniesta y el convencimiento en el riesgo hacen levantar las voces para incluir a este Barcelona al lado de los más grandes de la historia.

La Máquina de River (1941-1947)

El Barça lleva 100 goles en 34 partidos de Liga, pero cuando se habla de delantera muchos citan de corrido a Moreno, Muñoz, Pedernera, Labruna y Loustau. En plena Guerra Mundial, el fútbol seguía en la Argentina de Perón, donde River Plate sumó cuatro títulos en la mejor década de su historia.

Cuenta Alfredo di Stéfano, que tomaría el relevo poco después en el Monumental de Núñez junto a Pipo Rossi, que nunca vio una vanguardia parecida. Y dicen que el más completo era Pedernera, el capitán, el jefe en el campo aunque en el banquillo se sentara Carlos Peucelle.

El Madrid de las cinco Copas de Europa (1956-1960)

[foto de la noticia]

Una mañana del 23 de septiembre de 1953 Alfredo di Stéfano aterrizaba en Madrid y según sus propias palabras, tomó un bistec en un restaurante y se fue al estadio a jugar contra el Nancy, porque le habían organizado un partido de presentación. Perdió 2-4, pero ese día cambió el fútbol en el continente.

Más tarde llegaron, entre otros, Kopa, Santamaría, Gento y Puskas y los blancos ganaron las cinco primeras Copas de Europa, con un juego que mezclaba la excelencia con el rigor colectivo, los regates con el sudor, todo bajo los auspicios de Di Stéfano, dominador en todas las zonas del campo.

El fútbol total del Ajax (1969-1973)

A comienzos de los 70, Holanda, fuera de los últimos seis mundiales, no existía para el fútbol. Sólo el Ajax, finalista de la Copa de Europa de 1969, daba señales de vida con talentos como Piet Keizer o Johan Cruyff. Pocos le dieron importancia, porque el Milan se hizo con el título, pero en esa pizarra, Rinus Michels estaba revolucionando el fútbol.

Ya no valían los dorsales, las posiciones estáticas eran un vestigio del pasado, los defensas podían rematar en el área rival. El talento puro se estaba consagrando con ese flacucho '14', que se rodeaba de tipos como Neeskens y Krol. Llegaron tres Copas de Europa, incluida la del mágico 1972, donde los 'ajacied' conquistaron los tres títulos en juego.

El Brasil del 70

[foto de la noticia]

La historia del fútbol apenas guarda una página para Joao Saldanha, periodista, entrenador y militante comunista. Sin embargo, él forjó el equipo por antonomasia. Tras la decepción del Mundial de Inglaterra, se armó de valor y reunió un grupo donde bordaban el fútbol Carlos Alberto, Djalma Santos, Jairzinho, Pelé y Tostao.

Sus discrepancias políticas con la dictadura de Medici le apartaron del Mundial de 1970 y la gloria se la llevó Mario Zagallo. Los vídeos de ese torneo deberían enviarse al espacio exterior como se hace con la Novena Sinfonía o los dibujos de Da Vinci. La coronación de Pelé, las subidas de los laterales y la desbordante apuesta por el ataque en la final contra Italia quedarán para siempre en la memoria.

El Milan de Sacchi (1987-1991)

El fútbol era sudor, entrega, regate e imaginación, pero nadie había escrito en lenguaje matemático para convertido en una obra de ingenieria. Eso logró Arrigo Sacchi en sus cuatro temporadas en el Milan, el artilugio más engrasado del fútbol contemporáneo, el modelo de lo que hoy se ve en los campos de todo el mundo.

Recogió la mejor herencia italiana, adelantó la defensa a 40 metros de la portería y convirtió a sus futbolistas en máquinas al servicio del grupo. Un ballet perfecto para mayor gloria de Baresi, Rijkaard, Gullit y Van Basten, la columna vertebral de un equipo pionero, visionario, que ganó dos Copas de Europa y dos Intercontinentales.