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Analista Deportivo en Medios de Comunicación. Profesor de la Real Federación Andaluza de Fútbol. Analista Deportivo en Real Betis. Asesor Deportivo. Escritor del primer libro internacional sobre "Scouting Deportivo : Metogología, Scouting y Coaching" obra considerada el comienzo de la revolución del analista y del análisis como herramientas imprescindibles para profesionalizar el fútbol modesto. Colaboro con revistas especializadas, programas de radio... Para potenciar el #NetworkingSD fundé La Tertulia 10.

martes, 13 de diciembre de 2011

Villa y la evolución táctica del Barça

LUIS MARTÍN - Yokohama - 13/12/2011


Guardiola se reinventa el equipo cada temporada y busca soluciones frente a los antídotos de los rivales, sin atender otro estatus que el de Messi - El asturiano paga ahora las variantes del equipo .Por su puesto pasaron antes Eto'o, Bojan e Ibra, fagocitados por La Pulga
"Tengo una gran confianza en mí. Me siento importante", dice El Guaje


 David Villa, el delantero de la selección española que marcó cinco goles en el Mundial de Sudáfrica, fue suplente en el clásico. Titular indiscutible en el Sporting, Zaragoza y Valencia, el Guaje ha disputado de salida la mitad de los partidos de Liga con el Barça. La mayoría de apuestas coincidían, sin embargo, en que Guardiola regulaba los esfuerzos del asturiano, siempre elogiado por su entrenador, y le situaban en la formación que se enfrentaría al Madrid. Así que su ausencia provocó varias interpretaciones, la mayoría coincidentes en que el delantero ha perdido protagonismo, al punto de que su futuro sería tan comprometido como el que en su día tuvieron Ronaldinho, Eto'o, Henry, Ibrahimovic o Bojan, por una posible incompatibilidad con Messi. No parece el caso. La suplencia de Villa no obedece a un problema de relación con sus compañeros sino que es el síntoma de la evolución del juego del equipo.


Guardiola reinventa al Barça cada temporada, la mejor manera de mantener su competitividad y de escapar al posible antídoto de los adversarios, circunstancia especialmente visible en el partido del sábado. La mayoría de futbolistas rotan, incluso los capitanes Puyol y Xavi, y Valdés, sustituido por Pinto en La Copa. El único fijo es Messi. El técnico sostiene que el argentino es el mejor jugador del mundo en la cancha y, por otra parte, opina que una de sus prioridades es controlar los egos del vestuario, cosa que pasa por rendir pleitesía a la Pulga. Messi es un futbolista con muchos registros y su evolución marca también la del equipo. La condición de extremo, de delantero o de falso nueve, condiciona los movimientos de sus compañeros y también los fichajes. Las incorporaciones de Alexis y de Cesc, así como la llegada de Cuenca, obedecen precisamente a la necesidad que tienen de reinventarse tanto Messi como el Barcelona.

La riqueza táctica ha llegado hasta el punto de que Guardiola puede prescindir del propio Villa contra el Madrid porque entiende que el partido le va mejor a Alexis. El estado de forma del jugador y las condiciones del rival están por encima del estatus que se le pueda suponer al más cualificado de los futbolistas. La versatilidad del plantel permite al equipo jugar de formas distintas, con dibujos diferentes (3-4-3 o 4-3-3) en un mismo encuentro sin perder personalidad. El dream team de Cruyff empezó con Laudrup de falso nueve y acabó con Romario de ariete. El equipo de Guardiola se inició con Eto'o y ahora puede jugar con dos nueves mentirosos como Cesc y Messi, por dentro o por fuera, con o sin extremos. La cuestión es que cada uno responda a las exigencias del puesto que ocupe cada momento en la cancha.


El reto de Villa es, por tanto, el mismo que el de cualquier jugador del equipo: no es un problema de llevarse mejor o peor con Messi sino de saber que las variantes del equipo son tantas que le pueden llevar a ser suplente en el Bernabéu como Puyol lo fue en Wembley. Asumir, en definitiva, el rol que no aceptaron quienes consideran que las alineaciones concluyen con un 9 puro.

Guardiola prefirió el sábado centrar a Alexis por delante de Messi y dejar las bandas para Iniesta y Alves en detrimento de Villa, titular en los cinco clásicos de la pasada temporada y en los dos de la última Supercopa, así como en la final de la pasada Copa del Rey y en la de la Copa de Europa en Wembley.
Villa, aparentemente, parece aceptar su situación. Le respaldan sus compañeros y le avalan los números: es el octavo futbolista con más minutos desde que comenzó el año. "Contra el Madrid todos los que no juegan lamentan perderse el partido, pero David se pone rápido de pie", razonaba ayer un miembro del cuerpo técnico cuestionado respecto al efecto que pudo causarle a El Guaje verse fuera del equipo titular en Madrid. "No es de los que baja los brazos, y aunque es cierto que para él es una sensación nueva, es consciente de en qué equipo juega", advierten en su entorno.



Guardiola se reunió con el delantero antes de la visita a Bilbao, donde fue suplente, interesándose por su estado anímico. Villa advirtió al entrenador de que nada le motiva más que seguir jugando en este equipo, garantizándole que por él no iba a quedar, resignado a soportar según qué comentarios malintencionados. "No se resigna, es luchador, y sabe valorar dónde está", admiten en el entorno del delantero de 30 años.



Una de las razones que le llevaron a firmar por el Barça es mejorar su palmarés, y después de un año en el Camp Nou ya se ha ganado los mismos títulos, tres, que en el resto de su carrera. "Le ilusiona mucho el Mundial de Clubes", admiten quienes mejor le conocen en el vestuario. Guardiola sabe que es buena ocasión para darle confianza, de manera que se intuye que va a ser jugador referente el jueves, en la semifinal contra el Al-Saad. Es uno de los futbolistas del Barça que ha viajado a Japón sin familia, tras valorar las complicaciones de un viaje semejante con dos niñas pequeñas. "Trabajo para el club y para que los aficionados, mi entrenador y mi familia estén contentos. Tengo una gran confianza en mí y creo que la gente igual. Todos están contentos con mi trabajo. Me siento importante", aseguró hace unos días el delantero.



"De Villa no se duda", terció Xavi, uno de sus amigos y valedores, los mismos que le arropan precisamente en la selección española. Del Bosque suspira porque el Guaje juegue cuantos más partidos mejor y meta muchos goles -lleva cinco en la Liga y tres en la Champions. El mal momento de Torres y la precariedad de Llorente hacen que La Roja no pueda permitirse el lujo de que Villa, su máximo goleador (82 partidos, 51 goles), pierda protagonismo en el Barça. Los aficionados no tienen dudas: la camiseta del Guaje es una de las cinco más vendidas en la tienda del Barcelona.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Julio Velasco, un gurú para Guardiola

El entrenador de voleibol que inspiró a Pep


"Quería profundizar sobre algunos temas como el manejo del grupo, los problemas derivados de la relación con los jugadores y conceptos del aspecto psicológico", explica el técnico argentino.

MÍCHEL MARTÍN 09/12/11 - 08:10. imprimeenvía

Cuando Pep Guardiola jugaba en el Brescia, decidió llamar a un argentino que sabe mucho de voleibol. “Nunca antes nadie procedente del fútbol me había llamado para decirme que quería charlar conmigo ni me había preguntado tanto”, introduce un entrenador que ha ganado dos Campeonatos Mundiales de Voleibol, dos Campeonatos de Europa de Voleibol, una medalla de plata olímpica y cinco Ligas Mundiales de Voleibol. El mejor entrenador de voleibol del siglo XX y el por entonces centrocampista de la Brescia quedaron en Roma y conversaron durante un buen rato. Julio Velasco recuerda que en aquella cita se encontró prácticamente con “un intelectual”. “Me sorprendió mucho que un jugador en activo se preocupara tanto de esos temas. Me impactó su avidez por conocer y comprender, digna casi de intelectual”, relata pasado los años Velasco.



En aquella conversación en Roma, Guardiola ya le comentó a Velasco su intención de ser entrenador y de ahí sus ganas por comenzar a manejar conceptos relacionados con la psicología. “Me comentó que me había leído y escuchado en algunas entrevistas y quería conocerme. Quería profundizar sobre algunos temas como el manejo del grupo, los problemas derivados de la relación con los jugadores y conceptos del aspecto psicológico”.



En ese aprendizaje que Guardiola lleva a cabo, Velasco tiene claro que el de Sampedor ha ido formándose a través de muchas conversaciones con más personas, muchas horas de lecturas, de ver partidos, de cursos… “Así aprendemos todos. La diferencia es que a mí me ha nombrado en un contexto muy preciso”. Se refiere Velasco al concepto que él le presentó a Guardiola en aquel encuentro en Roma. “No se puede tratar de la misma manera a todos los futbolistas”, es una de las máximas en la filosofía del entrenador argentino. “El hecho de que se acuerde de aquella charla es para mí un orgullo tremendo, digno de contar a mis nietos y ahora soy yo el que tiene muchas ganas de preguntarle a él, sobre todo, por sus palabras de hacer unos meses cuando dijo que ‘No hay día que no piense que mañana me voy’. Me ha hecho pensar mucho también”.



Sobre Pep y Mou

"Ambos saben cómo quieren que jueguen sus equipos y, sobre todo, logran convencer a sus jugadores para llevarlo a cabo"

De la personalidad de Guardiola, a Julio Velasco le llama la atención “su seguridad” en las ideas que maneja, “su liderazgo”, y las ganas que tiene de seguir aprendiendo. “Sé que ese último factor no es muy común en los deportistas que han ganado mucho”, apunta Velasco, que ve en el preparador blaugrana “una personalidad muy equilibrada”. “He de destacar la convivencia de su liderazgo fuerte, del asumir las responsabilidades reconociendo a su vez el valor de los jugadores”.



A simple vista, los estilos y las formas de Pep Guardiola y José Mourinho pueden ser dos líneas paralelas que nunca llegan a cruzarse. No obstante, Julio Velasco ve puntos en común. “Los dos tienen una personalidad de líderes, de hombres fuertes en el grado de asumir todas las responsabilidades. Los dos conocen muy bien el fútbol y saben cómo quieren que jueguen sus equipos y sobre todo, que es lo más difícil, logran convencer a sus jugadores de llevarlo a cabo. Sin duda, en todos los casos, se trata de encontrar el modo en que el jugador llegue a dar el máximo y ellos lo consiguen”.



Sobre el futuro de Guardiola, en el Barça o en otro equipo, Julio Velasco no duda ni un instante sobre el éxito que cosechará el técnico blaugrana allá por donde pase. “Un entrenador tiene que tener un método, pero también debe ser flexible para adaptarse a las diferentes circunstancias y a los diferentes grupos y jugadores. La amplitud mental y cultural de Guardiola garantizan que sabrá, si será necesario, adaptarse a grupos diferentes al Barcelona en un futuro”, cerró Julio Velasco.

domingo, 27 de noviembre de 2011

La victoria más difícil y necesaria. TORRE 2-1 LA LIARA.

El fútbol son 11 contra 11 y un balón por medio. Quien piense así no ha jugado a este deporte ni siente los colores de algún equipo.  Porque cosas que siempre se repiten, misteriosas coincidencias que acaban tomando forma en el subsconciente del imaginario popular, obteniendo con el tiempo toda la fuerza de un dogma de fe.

"Ese jugador es el mejor de todos", " a este le gusta la noche", "ese entrenador juega al ataque"... ¿cuántas de estas frases acaban calando en nuestros oídos... formando una etiqueta imborrable?. Estos mensajes son los que muchas veces utilizan los entrenadores, prensa y directivos para intentar convencer a los jugadores de que se puede conseguir un objetivo o a los aficionados de que piensen de una determinada manera. Pueden ser el instrumento para algo positivo o negativo.

En nuestro caso particular, con la victoria de hoy rompimos un tópico y confirmamos otro: rompimos el de que con los rivales de la parte baja de la tabla perdemos. Confirmamos el de que en nuestra casa va a costar ganarnos. Estamos forjando a fuego nuestra historia en casa, en la tierra oscura que tantas veces maldecimos.

Desgraciamente en la mente de los que no conocen nuestra categoría, se instala el efecto clasificatorio de descalificar a los rivales de la parte inferior de la tabla. Como están por debajo nuestra...pues les metemos 6. Eso, señores, no pasa ni en primera división. Cualquiera es capaz de ponerte en aprietos, tanto fuera como en casa, lo único que puede hacer que ganes partidos es mantener la cabeza muy fría y, en momentos puntuales, cuando peor vaya todo, esbozar una sonrisa y decir " oidme, no es más que un juego".

La plantilla de la Torre está formada por jugadores descartados de otros equipos de Primera regional, de jugadores de la liga de fútbol sala, otros que llevan un año sin jugar y otros que el año pasado estaban en 2 regional. No tenemos cracks, hay gente que tuvo un buen pasado pero que luchan cada entreno por recuperar ese nivel. Muchos tienen este año su primera  temporada en un club senior, experiencia cero... y sin embargo: ganamos.

Ganamos partidos bonitos y partidos feos. Partidos con un sistema y partidos con otros. Partidos con 8 bajas y partidos sin tantas... y si ganamos es por algo muy simple, porque no jugamos con un portero, un lateral, un central... así hasta sumar once. Cuando estamos en el campo sólo hay un equipo, un bloque, una familia. Da igual quien entre, quien salga, quien meta, quien falle... La energía positiva que da el confiar, el no criticar, el estar tranquilo ante un fallo porque nadie te va a crucificar... hace que estemos deseando que llegue el próximo entreno para vernos.

Por eso ganamos... aunque  perdamos los puntos. Estamos en la línea adecuada, en el camino correcto. Somos uno.

Pd: Y si encima el señor que pinta el campo, sin ningún tipo de obligación, hace con su señora una caldereta... o que el gol definitivo lo meta un chico que se ha llevado3 meses lesionado... pues nos reconforta más. Mañana a entrenar de nuevo...esto no para.

"Bielsa siempre me pide más"

EDUARDO RODRIGÁLVAREZ - Bilbao - 27/11/2011
 

"Hacemos muchas repeticiones en los entrenamientos para jugar de memoria"
"No tenemos miedo a nadie. A los rivales les cuesta aguantar nuestro ritmo"
"Si seguía como el curso pasado, no iba a evolucionar. Ahora soy más importante"
"Aprendemos a no correr por correr, sino unidos y sabiendo por qué".

Con la llegada de Marcelo Bielsa, el mundo futbolístico de Fernando Llorente (Pamplona, 1985) cambió. De pronto, el poste central debía bambolearse y participar en el juego colectivo del equipo más allá de ser referente del aéreo. Le costó, según dice, pero lo agradeció. Su actitud no ha variado desde hace años. Lleva casi 80 partidos oficiales consecutivos alineándose en el once inicial y está a punto de ser el futbolista de campo con más participaciones seguidas en el Athletic (ahora es Urkiaga). Hoy, con Bielsa y sin demérito de Joaquín Caparrós, que le dio el aire que necesitaba para resurgir tras un periodo negro, Llorente se siente mejor jugador en un equipo mejor.

       

      Pregunta. Su papel en el equipo ha cambiado tras la llegada de Bielsa al banquillo. ¿Le costó asimilarlo? Respuesta. En general, ha habido un cambio muy radical. Desde que llegó Bielsa, hemos tenido que cambiar nuestra forma de jugar. En mi situación, me di cuenta de que tenía que progresar porque llegó un momento en que, si seguía como en la temporada pasada, no iba a evolucionar nada. La forma de jugar que quería Bielsa hacía que yo tuviera que asumir una faceta más importante para el equipo, que lleva consigo un desgaste significativo partiendo de la presión por todo el campo, muy fuerte, desde el principio. Eso lo hemos trabajado muchísimo. Por eso al comienzo fue extraña hasta la forma de entrenarnos, que nos llamaba la atención. Necesariamente, cuesta un tiempo adaptarse. P. ¿Le costó entender su nuevo cometido? R. No me ha costado. Creo que me ha llevado el mismo tiempo que al resto del equipo comprender el juego que quería Bielsa que hiciéramos. Ha sido una labor de todos: entender cómo teníamos que presionar y, a partir de ahí, comenzar todo lo siguiente. P. ¿Parte todo de la presión? R. Eso es una cuestión muy importante. Desde ahí comenzamos a formar el equipo. Aprender a no correr por correr, sino a correr unidos y sabiendo por qué corremos en cada momento. En función de ese concepto, Bielsa me va diciendo más cosas, me va pidiendo siempre más, para ser cada vez mejor. Ya no estoy fijado entre los centrales. Bielsa me pide más movilidad, que entre y que salga. Me pide mucho que rompa la espalda entre los defensas porque, hoy en día y siempre ha sido así, lo que más les duele a los defensas es correr hacia atrás, tener que recular. Es algo a lo que no están acostumbrados. P. Se deduce que ahora se siente más jugador. R. Siento que voy evolucionando y que tengo más capacidad y posibilidad de mejora. Ahora amplío más todas mis posibilidades: irme a la banda, hacer acciones individuales, disfrutar más y marcar goles de otras maneras. P. ¿Llegó a dudar de su nuevo estilo cuando, al principio, los goles no entraban? R. Es algo que el míster me dejó claro desde que llegó. Me dijo: "Quizás no te vayas a lucir más individualmente, pero vas a hacer un trabajo más importante para el equipo". Ahora me doy cuenta de que he conseguido hacer un trabajo para el equipo y, al tiempo, seguir brillando de forma individual. Creo que para eso hay que estar muy bien físicamente. Esa es una de las claves. P. Es lo que Bielsa dijo que hizo con Hernán Crespo en la selección argentina cuando le pidió que dejara de hacer algunas cosas que hacía bien para que empezara a hacer otras que no hacía tan bien, pero que eran importantes para la mejoría del equipo. ¿Es así? R. Al final, todo ha significado un crecimiento para todos. Hemos evolucionado y ahora todos somos un poquito mejores. Esa es la clave para conseguir cosas importantes no solo a largo plazo, sino incluso a corto plazo. P. ¿Es Bielsa un entrenador dialogante con los jugadores? R. Él guarda muchas de las jugadas que hacemos en los partidos e intenta reconstruirlas en los entrenamientos. Todo lo que reconstruye es porque nos lo ha visto hacer a nosotros y a partir también de su experiencia con todos los jugadores que ha tenido y los equipos en los que ha estado. Por eso en muchas ocasiones nos pregunta a nosotros por qué aquello no salió o qué falló en aquel movimiento para que no pudiera ser finalizado con éxito. Él parte de su experiencia y de su conocimiento, pero también quiere saber nuestra opinión en circunstancias concretas. Hacemos por ello muchas repeticiones en los entrenamientos. Pero lo que hacemos tiene que ser intenso, de modo que luego, durante el partido, resulte más fácil y no te cueste un esfuerzo mental. Que te salga fácil. P. Lo que se llama jugar de memoria... R. Sí, esa es la clave. Que vayas almacenándolo todo y que después, sobre el terreno de juego, te salga de memoria, que surja solo. P. En su horizonte, a medio plazo, también está la Eurocopa. La competencia de delanteros es muy grande. R. Está ahí, pero lejos. Yo creo que cada uno, aunque hablo por mí, estamos centrados en nuestro equipo sabiendo que lo más importante es hacerlo lo mejor posible para luego tener una oportunidad de estar en la Eurocopa. P. ¿Nota el equipo que intimida al rival a raíz de los buenos resultados conseguidos? R. Ahora mismo, sí. Desde que fuimos a Valencia, nos sentimos más fuertes, con más confianza. Vamos desde el principio a por el partido y no tenemos miedo a nadie. Contamos con un ritmo y una intensidad que a todos los equipos les cuesta aguantar. Eso es lo que proponemos en cada encuentro.

      domingo, 6 de noviembre de 2011

      Abriendo distancias con el descenso: a 7 puntos.

      Empate fuera que deja un sabor extraño, se pudo haber ganado perfectamente...pero el fútbol no fue del todo vistoso. Cierto que todo lo que sea sumar está bien en esta categoría, pero ya toca sumar de 3 en 3.

      Se planteó un sistema para tener el control del partido, la posesión, pero fue más que nada un encuentro de ida y vuelta en la primera parte, donde estuvimos muy serios en defensa e incisivos en ataque, con gran gol de Rubén a pase de Alvi tras robo de Lolo...pero el centro del campo no existió.

      La expulsión de un jugador del San Martín provocó otra vez una relajación que a la postre desencadenó un fallo en la basculación ( se habló de ello en el vestuario) que acabó con gol del equipo local.

      Los cambios buscaron ir a por la victoria metiendo gente de ataque, abrir el campo, de esta manera llegaron dos penaltys no pitados (algunos hasta cómicos) que frenaron nuestras esperanzas de conseguir la victoria.

      Agradecer a Guti, entrenador del San Martín, las felicitaciones en nuestro vestuario al finalizar el encuentro y sus gratas palabras hacia la labor del cuerpo técnico.

      El 'loco' que Pep lleva dentro

      Guardiola conoció a Bielsa hace cinco años y sintonizó de pleno con la apasionada filosofía de juego del entrenador argentino, al que venera y al que se enfrenta mañana en San Mamés

      LUIS MARTÍN - Barcelona - 05/11/2011

      El 10 de octubre de 2006, Josep Guardiola viajó en coche de Buenos Aires a Rosario para reunirse con Marcelo Bielsa. El encuentro entre dos tipos con visceral curiosidad infantil generó escenas impagables, tremendas disputas de concepto y, finalmente, consecuencias futbolísticas eternas, porque además de una relación fundamentada en el respeto, se gestó otra personal, basada en una devoción sincera.


      Bielsa descubrió a un tipo tan apasionado como él mismo por la razón del juego -locura le llaman algunos- y Guardiola obtuvo justificación verbal para muchas de sus convicciones, carentes de razón. Seguramente por eso, el día que Guardiola fue presentado como nuevo entrenador del Barcelona, alguien reparó en que en gran parte del discurso se refería al libro Lo suficientemente loco, publicado por Ediciones Corregidor en 2004, y firmado por Ariel Senosiain, una biografía de Bielsa. "¿Qué te crees, que nací enseñado?", respondió Guardiola al ser advertido de ello.



      "Puedo perdonar jugar bien o mal, pero el talento depende de la inspiración y el esfuerzo depende de cada uno; la actitud es innegociable". "Solo sirve ganar, todos los sistemas son buenos, pero no puedo ganar sin transmitir lo que siento". "No concibo otra manera de encarar el partido que no sea ser protagonistas, ir a buscar y hacer nuestro el partido". "Soy un fan absoluto del fútbol de ataque, cuando veo la pelota en el campo contrario estoy muy tranquilo". "Planteo los partidos pensando en cómo hacer daño al rival". "Atacaremos mejor si defendemos mejor y defenderemos mejor si atacamos mejor". "Uno solo es poca cosa, juntos somos más fuertes". "Mi trabajo es sacar el máximo potencial de mis jugadores". "Tenemos derecho a jugar mal". Son frases que Guardiola, antes o después, ha usado.



      Bielsa ha dicho: "El fútbol es una cuestión de actitud, aprendí del deporte el valor del esfuerzo". "Correr es un acto voluntario, no de inspiración". "Entrenar es ser capaz de poner en juego las facultades habilitadas a un jugador por la naturaleza". "El fútbol descansa sobre cuatro premisas fundamentales, cómo pasar de la defensa al ataque y del ataque a la defensa". "Mi equipo siempre ha de ser protagonista, nunca pienso en la espera". "Lo fundamental es ocupar la cancha". "Ningún equipo juega siempre bien". ¿Les suena? Su discurso es tremendamente parecido, porque lo es su manera de sentir el juego. Además, por concepto son devotos del Ajax de Van Gaal, especialmente por cómo ocupaba aquel equipo los espacios.



      El primer punto que entronca la locura de Pep en la sinrazón de Bielsa remite al sentimiento. "Nada será parecido a ganar con el Barcelona", ha dicho Guardiola. Igualmente, nunca una victoria le generó tanto a Bielsa como los triunfos que obtuvo cuando era entrenador de Newell's Old Boys. Y ambos se unen en el dolor de la derrota por lo que supone de defraudar el sentimiento ajeno. A partir de ahí son dos cartesianos comunes, definidos por el método, pero eso es otra cuestión. Ambos, sin tener facultades naturales para jugar donde jugaron, cumplieron sus sueños futbolísticos por su asombrosa capacidad para entender el concepto de juego, siendo capaces de sacar ventaja de sus limitaciones. Los dos envidiaron a futbolistas que les superaron, y a los dos se les obligó a reflexionar extraordinariamente sobre la esencia del juego para salir vivos del intento. Los dos se rebelan ante futbolistas que malgastan el don que les da la naturaleza, porque ellos carecieron de él, pero ambos tratan de dar mecanismos a sus jugadores para que disfruten del concepto.



      Como entrenadores, Bielsa y Guardiola buscan que sus equipos manden por norma, ser protagonistas del partido de manera decidida y persiguen el gol por encima de cualquier axioma, así que sufren cuando no tienen el balón. Ninguno se refugia en excusas cuando catan la derrota, sensación que les enferma y les aísla, porque la sufren con vergüenza del que decepciona y rehuyen escudarse en el calendario, el horario o en los árbitros, porque ambos saben que son circunstancias del juego que no pueden controlar. En eso, también Bielsa resulta más visceral que Guardiola.



      A ambos les mata la deslealtad, así que su círculo se cuida de dar razones para que sospechen de una manera sectaria, sabiendo que la traición se paga con el desprecio eterno. Los dos necesitan que el grupo les arrope, ideológica y funcionalmente, aunque a ninguno sea fácil seguirles el ritmo de trabajo. Perfeccionistas brutales, su mirada puede ser neurótica, enfermiza en la defensa del jugador, sobre todo si falla.



      Unidos en su locura, ambos disfrutan en su vida privada de una mujer culta e inteligente a su lado. Ellas asumen y son conscientes de que, a menudo, cuando hablan a sus maridos, estos piensan en Messi. Les tienen por locos pero hay quien adivina que son felices en esa sinrazón.

      http://www.elpais.com/articulo/deportes/loco/Pep/lleva/dentro/elpepidep/20111105elpepidep_3/Tes

      martes, 4 de octubre de 2011

      Caparrós, vuelve "el otro fútbol"

      El técnico aterriza en Mallorca para entrenar al equipo balear

      JUAN L. CUDEIRO
      Algunos futbolistas que tuvo a sus órdenes dicen que es un vendedor de humo, un tribunero que maneja el mensaje y los actos para calar entre el personal; otros le tienen como un forjador de ilusiones, un catalizador de la cantera, con valentía y pedagogía de sobra para convertir a adolescentes en profesionales. Al margen de fobias y filias, Joaquín Caparrós es un tipo avispado, un entrenador visceral, metódico y con un punto obsesivo que hasta la fecha garantiza resultados, un técnico acostumbrado a partir de situaciones complicadas como la que le espera en Mallorca. Natural de Utrera, donde dice la cátedra que se curten los toros más bravos, Caparrós embiste cualquier capote y hace de la necesidad virtud. "He tenido que trabajar el doble para ser entrenador porque no fui un gran futbolista", explica. Un día quiso serlo. Se forjó en el sevillismo de Utrera, en el gusto por un mezcladillo de casta, arte y pasión, pero siendo un adolescente tuvo que dejar su tierra por un traslado laboral de su padre a Madrid. Allí el jóven Caparrós, que destacaba en los infantiles del Sevilla, se integró en el Real Madrid. Llegó hasta juveniles y prolongó su recorrido futbolístico en Pegaso, Leganés, Tarancón y Conquense, pero ya había forjado un estilo y una inquietud: quería ser entrenador desde que en su último año en Sevilla se quedaba a ver como trabajaba un recién llegado que le llamó la atención, Max Merkel, un sin par técnico austriaco, al que pronto bautizaron en Nervión como Mister Látigo.
        Con 26 años vio claro que no iba a hacer fortuna con el balón en los pies y cogió la pizarra. Se afincó en Cuenca. Eran tiempos en los que Benito Floro sorprendía al llevar al Albacete de Segunda B a Primera. El técnico valenciano y sus ayudantes Pepe Carcelén y Ginés Meléndez, profesores en la escuela de entrenadores, le dieron el empujón al ruedo de los banquillos. Y Caparrós se dedicó a ello sin ambages, capaz de recorrer 700 kilómetros varias veces por semana para entrenar al Moralo, de la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata, y mantener los vínculos familiares en Cuenca. Una trayectoria de nueve años por el fútbol de Tercera División le granjeó fama de técnico milagro, capaz de gestionar escasos recursos y llegar con inusitada regularidad a las fases de ascenso. En 1996 le llegó la oportunidad de dar el salto, pero no la de saborear una golosina. En Huelva al Recreativo empezaban a carcomerle las urgencias tras seis campañas consecutivas en Segunda División B mientras Caparrós hacía la ruta Cuenca-Navalmoral con un viejo Renault 21. Llegó entonces un golpe de suerte, un técnico onubense que hacía un seguimiento de un futbolista del Moralo percibió que quien en realidad lo dejaba todo sobre el campo era el entrenador. Le llegó una oferta y no dudó. Dos años después era técnico de Segunda División, con 43 años por fin un profesional del fútbol.
        Desde la peripecia onubense, Caparrós no ha dejado de crecer. Tan solo, al margen del sainete que acaba de vivir en el Neuchatel, ha conocido una destitución cuando tras siete partidos de Liga el Villarreal recién descendido de su primera experiencia en la máxima categoría no tuvo paciencia para aguantar un mal inicio de temporada. Años después no es extraño ver al técnico abrazarse efusivamente a Fernando Roig y José Manuel Llaneza, dirigentes que sellaron sus destitución. Caparrós es un superviviente que tiene la habilidad de integrarse en los entornos que le rodean. Llegó a Bilbao, se puso la txapela y aceptó con agrado que le rebautizaran como Jokin. En A Coruña pateó peñas y pequeños pueblos de la provincia para dominar el arte de la retranca, pero su casa es Sevilla y el Pizjuán. Allí superó la difícil prueba de compaginar sentimientos y profesión. El Sevilla le ofreció el banquillo también en una situación límite, con el equipo en Segunda y casi en ruinas tras descender como colista. Lo llevó a la elite entre el enardecimiento y el rigor. Allí popularizó conceptos como "el otro fútbol", un cajón de sastre en el que cabe desde la picaresca hasta el respeto máximo a los códigos del fútbol y la preparación de los profesionales. Fue en Sevilla y con Caparrós cuando empezaron a resonar con fuerza conceptos como el cuidado en la alimentación del futbolista, pero también cuando se etiquetó al equipo por la rudeza en algunas formas sobre el campo.
        Tras cinco años de desgaste, Caparrós dejó el equipo de su corazón a las puertas de la gloria. Aceptó la oferta del Deportivo y estaba en A Coruña cuando el Sevilla alzó los brazos como campeón continental en Eindhoven y abrió un ciclo inolvidable. Desde la atalaya de su piso sobre la bahía de Riazor, no hubo noticias de morriña, pero sí de incomodidad. "Asumí un trabajo duro, similar al de una empresa que tiene que hacer una reconversión", recuerda. La herencia de Irureta no era sencilla de igualar y más cuando Lendoiro ya tenía un agujero en el bolsillo. Caparrós cargó con la responsabilidad de liquidar a los pesos pesados de la plantilla, futbolistas cuyos sueldos ya empezaban a ser una carga. Y se guardó el amargor de haber elegido un equipo a la baja, él, que pensaba que salía de Sevilla para dar un paso adelante. Por eso mientras su gente triunfaba y el Deportivo emprendía la cuesta abajo trató de buscar una salida, aparcó la oferta de Lendoiro para renovar por tres años más su contrato bianual y trató de romperlo con un flirteo con Osasuna. Una postrera conversación con el presidente deportivista impidió la salida, pero la relación había quedado dañada, sobre todo con la afición, parte de la cual llegó a señalarle por tirar una semifinal de Copa ante el Sevilla por sus afectos.
        Por eso cuando le llamaron de Bilbao no tuvo dudas. En pleno proceso electoral, los tres candidatos a la presidencia del Athletic, Fernando García Macua, Juan Carlos Erkoreka y Javier González alcanzaron un curioso consenso: el entrenador del Athletic tenía que ser un utrerano, el primer técnico ni curtido en el País Vasco ni extranjero en hacerse cargo del equipo desde 1972. Tampoco eran tiempos fáciles en el Bocho, pero por fin Caparrós sintió que aquello era un dulce. Le seducía el trabajo con la base, el que había visto hacer en el Madrid a Luis Molowny e intentó replicar en el Sevilla para dar cancha a jóvenes como Reyes, Sergio Ramos, Diego Capel o Jesús Navas, que debutaron sin haber estrenado la mayoría de edad. En A Coruña llegó a convocar a entrenamientos a chiquillos de 15 años, lo que muchos entendieron como una manera de vender humo, reproche que en Lezama entendía que no se podía replicar. Allí no dudó en conceder vuelo a Iker Muniain, una de las herencias más palpables de una estancia buena en cuanto a resultados, pero con sensaciones contrapuestas. Más allá de su breve y accidentada estancia en el Neuchatel, los equipos de Caparrós siguen siendo reconocibles, fútbol directo, presión, intensidad, rigor defensivo y aprovechamiento de la estrategia. "En lo entrenable no nos puede ganar nadie", repite a sus pupilos de forma machacona. Lo volverá a hacer en Mallorca, donde no será complicado verle comer pa amb oli y arros brut.

        viernes, 1 de julio de 2011

        Fichaje por el CD Torre de la Reina

        Después de un año de éxito en el San Jose de Liga Nacional, donde hemos realizado la mejor temporada de la historia de un equipo juvenil de la Vega Norte de la provincia de Sevilla, creo que ha llegado el momento de aceptar un nuevo reto y volver a entrenar en categoría SENIOR.

        Los motivos son exclusivamente futbolísticos, quiero seguir formándome como entrenador. Los conocimientos técnico-tácticos que se forjan en una categoría de élite como Liga Nacional están asimilados, quiero perfeccionar el manejo de grupos y el liderazgo en plantillas adultas.

        El objetivo es la permanencia, lo cual nos dará una gran tranquilidad para ir paso a paso sin renunciar a ganar tanto en casa como fuera buscando desarrollar un fútbol alegre y vistoso. 

        Quiero dar las gracias en primer lugar a los jugadores con los que he trabajado este año, a todo el pueblo de San Jose y a la Directiva del CD Torre de la Reina por el gran interés mostrado en la contratación de mi cuerpo técnico.


        martes, 21 de junio de 2011

        Mareo quiere parecerse a La Masía del Barcelona

         

        Vidales coordinará los estilos de juego y trabajo de los equipos.

        Mareo quiere parecerse a La Masía del Barcelona
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        Sporting

        ORGANIZACION - A FONDO
        Fundación: 1905
        Lugar: España
        M. Rosety | 21/06/2011

        Mareo se mira en el espejo de La Masía. En el Sporting se pretende copiar el método que el Barcelona implantó en todos sus equipos filiales, con una misma metodología de trabajo y un sistema de juego unificado en todas las categorías del conjunto rojiblanco.
        Para la próxima temporada, la planificación de Mareo tiene programado un cambio drástico. El Consejo de Administración del club gijonés no dio el visto bueno a los resultados de las últimas temporadas, en los que las limitaciones presupuestarias afectaban a los equipos de la Escuela, con menos personal del preciso. Con vistas al próximo ejercicio se crearon dos puestos, lo que facilitará que José María Meana Acebal, director de Mareo, pueda tener más dedicación al control de obras de mantenimiento, para delegar una parte del desarrollo de la planificación técnica y táctica en Rogelio García y Javier Rodríguez Vidales.
        El ex entrenador del filial sportinguista ya empezó a preparar los métodos de entrenamiento, que se pretende que sean iguales en todas las categorías, así como los sistemas de juego. Vidales quiere implantar una metodología uniforme, con un estilo similar al que se desarrolla en los equipos filiales del Barcelona. Vidales hará un seguimiento personal en los entrenamientos de la semana con los entrenadores de cada equipo. El objetivo, como en el Barcelona, es que todos los filiales sean el espejo del primer equipo. En este aspecto se espera que también quede definido con Preciado, para regular el estilo de juego, lo que aún no está determinado.
        El técnico montañés suele cambiar en algunas ocasiones el dibujo táctico, en función de los partidos y de los rivales, aspecto que Vidales no puede hacer en los filiales, con tantas modificaciones.
        Otro de los objetivos del nuevo coordinador de metodología de Mareo es intensificar los trabajos de técnica individual, además de dar prioridad a los trabajos tácticos dar conjunto.

        La secretaría técnica de filiales llevará el archivo de informes

        Además del control técnico y táctico de los jugadores de los equipos de Mareo, otro de los objetivos de la nueva secretaría técnica del área de filiales es hacer una labor de captación de jóvenes valores y abrir el radio de acción en el seguimiento a jugadores a otras regiones para incorporarlos a la escuela sportinguista. Una de las innovaciones será disponer de un dossier de los participantes en los campeonatos de España en categorías de infantil, cadete y juvenil. Este trabajo entra en la parcela de Rogelio García.

        sábado, 4 de junio de 2011

        Rui Faria

        Rui Faria: "Mou sabe lo que quiere, pero claro que escucha"

        • "No sé en que se basan para decir que somos defensivos" · "No podría ser asistente con otro entrenador"

        CARLOS CARPIO 04/06/11 - 16:25.
        Pregunta. ¿Qué balance hace de su primera temporada en el Real Madrid?
        Respuesta. 
        En líneas generales hemos hecho una gran temporada. Se escaparon los dos grandes objetivos, pero ganamos la Copa del Rey, llegamos a semifinales en la Champions, en Liga acabamos segundos con el mejor ataque… Yo estoy satisfecho, sobre todo porque sé que vamos a mejorar la próxima temporada.
        P. ¿Trabajar en el club blanco es como se imaginaba?
        R. 
        Es el club más grande del mundo y sus ambiciones están parejas a las nuestras, así que es un reto triunfar y poder dejar huella en la historia del Real Madrid. Al principio te sorprende un poco la dimensión tremenda del club, su historia. La conocía desde fuera, por supuesto, pero cuando estás dentro compruebas que es aún mucho más grande.
        P. ¿Hay mucha diferencia entre entrenar al Madrid y al Inter?
        R. 
        Sí, es muy diferente. En el Inter todo era más familiar, había mucha menos gente en la estructura y era más sencilla la comunicación interna. Aquí todo es muy grande, enorme, y tenemos más condiciones para poder realizar un gran trabajo. Hablo de condiciones a nivel de estructuras pero también a nivel humano. Cada club es una realidad diferente y nosotros tenemos que adaptarnos al club, no al revés. Por ser el Madrid no cambiamos nuestro modo de trabajar ni nuestra ambición. Quizás exista aún más responsabilidad de la que ya tenemos.
        P. ¿Hay más exigencia de la prensa? ¿Somos tan difíciles como a veces sugiere Mourinho?
        R. 
        La prensa es diferente e igual en todos los países.
        P. ¿Es un cumplido o un agravio?
        R. 
        No, no, no es nada malo. Lo que quiero decir es que si los objetivos del equipo son grandes, y en el Real Madrid son los máximos, la prensa siempre exige, y exige mucho. Pero nosotros no podemos dedicarnos a estar escuchando las críticas o los elogios cada día, tenemos que intentar aislarnos y concentrarnos en nuestro trabajo.
        P. ¿Les ha costado adaptarse más al fútbol español que al italiano o el inglés?
        R. 
        Cada Liga es una historia. El fútbol italiano es muy táctico, en el Calcio hay una cultura táctica muy grande. El fútbol inglés es más pasional, más rápido pero también más emotivo, allí el día del partido la gente sólo piensa en el partido. Y hay mucha intensidad en el juego. En España es una mezcla de ambos.
        P. Usted es la persona que mejor conoce a Mourinho, llevan juntos toda su carrera. ¿En los partidos le consulta sobre aspectos tácticos del juego?
        R. 
        José es muy especial [risas]. En los partidos él tiene su opinión sobre lo que está ocurriendo en el campo y la manifiesta, pero también nos pide nuestra opinión porque quiere saber si tenemos ideas diferentes a la suya.
        P. ¿Y es fácil hacerle cambiar de opinión?
        R. 
        Él es muy consciente de lo que quiere en todo momento, tiene las ideas muy claras, pero claro que escucha. Y a todo el mundo, no sólo a mí. Si quieres trabajar con Mourinho tienes que tener tu propia opinión y hacer tus propios análisis, porque él quiere conocer tu opinión. No quiere que le digas siempre lo mismo que él piensa.
        P. ¿Usted es preparador físico, es ayudante...? ¿Qué nombre exacto tiene su puesto?
        R. 
        Todos somos entrenadores asistentes, no sólo yo.
        P. “Mi equipo de trabajo usa una metodología que rompe con todos los conceptos tradicionales del entrenamiento analítico. Entrenamos según un concepto que llamamos ‘interligación de todos los factores’, donde trabajamos todo simultáneamente, incluso el factor emocional”. Son palabras de Mourinho. A lo largo de estos 10 años, ¿han seguido siempre la misma metodología o la han ido evolucionando?
        R. 
        La filosofía es la misma. Con la experiencia vas mejorando, lógico, perfeccionas el método de trabajo, pero en lo básico no varía.
        P. ¿No varía ese método en función del equipo o del país?
        R. 
        No. Al llegar a un equipo nuevo hacemos un análisis de las características de los jugadores y trabajamos en función de ellos. Puede cambiar la forma en que exploramos sus características, y los ejercicios se adaptan a esas características. Debes percibir bien lo que tienes entre manos y lo mejor que puedes hacer con ellos.
        P. ¿La intensidad en el juego se entrena?
        R. 
        Sí, claro, y va asociada a niveles de concentración, no sólo al apartado físico. Nosotros entrenamos mucho con balón porque preparamos las situaciones que se van a encontrar en los partidos, y así los jugadores están mucho más concentrados.
        P. Cuando hablan de la ‘interligación de todos los factores’ aseguran que el factor emocional también se ensaya.
        R. 
        Es que el factor emocional es decisivo. No creemos en la separación de lo físico, lo táctico y lo psicológico, es un todo. Buscamos la complejidad, una adaptación más global, con ejercicios que buscan las situaciones reales de juego. Ahí entra lo táctico y lo físico, pero la emoción cerebral es el centro de todo.
        P. ¿Influye la presión que supone jugar en un club como el Real Madrid al entrenar? Sobre todo en los futbolistas más jóvenes.
        R. 
        Que un jugador tenga capacidad para aguantar tiene que ver con su personalidad, no con su edad. Hay futbolistas que llegan a un club tan grande como el Madrid o el Inter y descubren que no son capaces de jugar al máximo nivel de sus condiciones. Eso es la presión. Claro que influye.
        P. ¿Los jugadores se adaptaron fácilmente a su filosofía de entrenamiento alejada de los preparadores físicos tradicionales? Los primeros días de pretemporada, cuando vieron que no pisaban el gimnasio ni hacían carrera continua, estaban muy sorprendidos.
        R. 
        Sí, reaccionaron bien porque a ellos lo que les gusta es jugar al fútbol, y todos los ejercicios son siempre con balón. Suena fácil, pero detrás hay mucho trabajo, se lo aseguro [risas]. Pero de esa forma es más fácil motivarles.
        P. También hubo escépticos. Algunos dudaban que así pudieran mantener un tono físico elevado toda la temporada.
        R. 
        Sí, es cierto, pero es normal. No estaban habituados a nuestro método y siempre que te cambian tu rutina al principio te cuesta. Pero tenemos 10 años de experiencia trabajando así, sabemos lo que hacemos y no teníamos duda de que funcionaría. Enseguida se habituaron, y cuando comprobaron la intensidad de los entrenamientos hubo menos bromas [risas].
        P. Y funcionó. Llegaron al momento clave de la temporada en mejor forma física que su gran rival, el Barcelona.
        R. 
        Sí, llegamos en el mejor momento, no sólo físico, pero tampoco es algo que se pueda cuantificar a nivel de rendimiento. Aunque luego frente al Barça ya hubo otros condicionantes…
        P. ¿Habla de los árbitros quizás?
        R. 
        Sí, claro, y eso ya no se puede entrenar [risas]. Es una broma, ¿eh? Que quede claro…
        P. ¿Es posible mantener el mismo nivel toda la temporada o hay que programar picos de rendimiento para ciertas fechas?
        R. 
        Los picos de rendimiento colectivo no existen. No puedes preparar a un equipo para asegurarte que estará a buen nivel en un momento determinado. El equipo puede estar bien físicamente y luego no jugar bien. El estado de forma es algo mucho más complejo que la forma física. Nuestro objetivo es alcanzar un buen rendimiento durante todo el año, de forma lineal.
        P. ¿Y cómo se consigue eso?
        R. 
        Si quieres lograr una buena organización del juego y tienes claro cómo quieres jugar y cuáles son las características de tus jugadores, debes preparar ejercicios para que sepan gestionar esas situaciones en los partidos. Hay que priorizar los comportamientos, con ejercicios de 3 contra 3, de 5 contra 5, etc. La distribución de los ejercicios a lo largo de la semana es muy importante, sobre todo si juegas dos partidos por semana.
        P. ¿Tienen muchos ejercicios preparados? ¿Cuántos: 25, 50, 100? Me llama la atención ese ‘cuadernazo’ que saca Karanka cuando cambian un jugador.
        R. 
        No sé exactamente cuántos son, no los cuento, pero son muchos. A lo largo de 10 años, imagínese… Siempre estamos preparando nuevos ejercicios, pero manteniendo el objetivo. El aspecto motivacional de los jugadores es fundamental.
        P.¿No es una paradoja que a Mourinho se le acuse de ser un técnico defensivo y en sus entrenamientos todo gire en torno al balón?
        R. 
        Es que no sé de dónde sale eso de que es un entrenador defensivo, ¿en qué se basan? Fuimos campeones en Italia, en Inglaterra, en Portugal, y seguramente lo seremos en España, y siempre acabamos como el equipo con mejor ataque: ha pasado aquí y pasó en el Inter, en el Chelsea, en el Oporto. No lo entiendo.
        P. Le noto molesto…
        R. 
        No, pero no entiendo esas críticas. Lo del equipo defensivo salió por unos partidos concretos en los que jugábamos contra un rival muy especial y que además casi siempre jugamos 10 contra 11… Pero durante toda la temporada ahí está nuestro juego y nuestros números. No me enfada, no puedo perder el tiempo con este tipo de cosas.
        P. ¿Cómo es trabajar día a día con Mourinho?
        R. 
        Es fácil y muy difícil al mismo tiempo. Es fácil porque tiene que estar todo siempre bien organizado, y también es muy difícil por su enorme exigencia: todo tiene que funcionar bien. Aquí, a este nivel, no existen los amigos. O tienes capacidad o no la tienes, no hay más.
        P. ¿Es usted tan exigente?
        R. 
        Lo intento. Y después de 10 años trabajando con José, debo haberlo conseguido, ¿no? [risas]. Si no, no estaría aquí.
        P. ¿Trabaja tanto como dicen?
        R. 
        Sí, mucho, mucho. Está en todo, en las cosas más importantes y en los detalles más pequeños. Es exhaustivo.
        P. Villas Boas fue entrenador asistente de Mourinho y ahora triunfa con el Oporto. Usted ha recibido muchas ofertas para ejercer de primer entrenador. La última, del Sporting de Lisboa. ¿Le tienta la idea?
        R. 
        En 10 años he tenido varias ofertas, algunas de equipos del máximo nivel, y es un orgullo ese interés. Pero para mí es un honor trabajar con el mejor entrenador del mundo, y ahora además en el mejor club. Mantengo la motivación de trabajar junto al mejor y actualmente sólo pienso en trabajar a su lado.
        P. ¿Se ve entrenando solo en un futuro?
        R. 
        Ya digo que estoy motivado para seguir trabajando como asistente de Mourinho. Mi futuro ahora es este presente. Luego, quién sabe.
        P. ¿Y entrenando con otro entrenador principal?
        R. 
        Imposible. O entreno con José o solo. Con otro entrenador no tendría sentido.
        P. ¿Qué porcentaje de su potencial ha alcanzado el equipo en esta primera temporada? ¿Mejorarán mucho la próxima?
        R. 
        No me gusta hablar de cantidades ni porcentajes. En el fútbol, y en muchos otros aspectos de la vida, lo que cuenta es la calidad. Y mejoraremos, seguro.
        P. ¿Qué objetivo se han marcado para la próxima temporada?
        R. 
        Ganarlo todo, el mismo que teníamos este año. Y en el Real Madrid, con más motivo.
        P. Respóndame con una palabra a una pregunta que lleva el mismo título de un libro sobre José Mourinho: ¿por qué tantas victorias?
        R. 
        Profesionalidad.
        P. Puede usted extenderse un poco, hombre.
        R. 
        Su profesionalidad es el secreto. Lo es todo, su mentalidad, cómo trabaja, cómo piensa, cómo analiza, cómo motiva… La enorme pasión con la que hace, mejor dicho, con la que hacemos, nuestro trabajo.