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Analista Deportivo en Medios de Comunicación. Profesor de la Real Federación Andaluza de Fútbol. Analista Deportivo en Real Betis. Asesor Deportivo. Escritor del primer libro internacional sobre "Scouting Deportivo : Metogología, Scouting y Coaching" obra considerada el comienzo de la revolución del analista y del análisis como herramientas imprescindibles para profesionalizar el fútbol modesto. Colaboro con revistas especializadas, programas de radio... Para potenciar el #NetworkingSD fundé La Tertulia 10.

miércoles, 28 de octubre de 2009

¿QUÉ LE PASA AL MADRID? Por Jesús M. Botello Hermosa.

¿QUÉ LE PASA AL MADRID?

Pierde con el Sevilla, con el Milan, empata en Gijón, pierde con un Segunda B...
El problema del Real Madrid, que ha obtenido varios resultados desastrosos en los últimos partidos, tiene varias respuestas atendiendo a las diferentes áreas desde las que se enfoque. Veámoslas una por una aunque en realidad podrían entrelazarse entre ellas:

1. La urgencia histórica.

El Madrid tiene que ganar desde ya, no puede permitirse perder ni en los amistosos. Llevado por su propia historia y sobre todo por los éxitos del Barcelona el año pasado, el conjunto blanco tiene que hacer, como dijo Florentino Pérez “ el trabajo de tres años en uno sólo”.


2. El modelo de juego.

Pero Roma no se construyó en un día (aunque hizo falta una noche incendiaria para destruirla). El Barcelona lleva trabajando de la misma forma, con las mismas ideas y sobre todo CON EL MISMO MODELO DE JUEGO desde la época en que Johan Cruyff inventó el fútbol moderno.


3. La cantera.

Está demostrado que el Madrid tiene la mejor cantera de España ( fijaos en el número de jugadores que están en primera y segunda división que han pasado por sus filas) , sin embargo no les saca el máximo provecho consiguiendo una transposición a la primera plantilla. Algo falla ahí, o la política de cantera, o el director técnico, o la planificación estructural del club... pero como dijo Michel hace unas semanas, con Vicente del Bosque no se hubiese perdido la generación de Mata, Negredo, Parejo, Bueno...




4. -La planificación deportiva.

Parece mentira que una vez más Florentino haya cometido su gran error del pasado:
No permitir que sea el entrenador el que planifique cual será su grupo de trabajo atendiendo a las ideas de juego que tenga.


Ya pasó con Makelele ( del que se dijo que no vendía camisetas... pero al que Zidane definió como el mejor del equipo) y ha vuelto a pasar este verano. La plantilla no la ha diseñado Pellegrini, ni siquiera estaba en España cuando se hacían los fichajes, por lo que concluimos que ni si quiera fué preguntado. Aún así hubo datos que nos clarifican el desajuste: Pellegrini dijo varias veces que para él Robben y Sneijder eran imprescindibles, el uno para abrir el campo, cosa que ahora se le echa en cara al juego que despliega el Madrid, que sólo “juega por dentro” , el otro para dar un poco de coherencia en una línea en la que otro año más se confía en gente como Guti, cuyo comportamiento, nivel de juego...se podrá analizar otro día. También fichajes como Benzema teniendo gratis a alguien como Negredo...




5. Exigir la excelencia en el juego.

Junto con la urgencia histórica, éste es el gran problema que tiene el Real Madrid. Porque es como la serpiente que se muerde la cola, para jugar bien hay que tener tiempo para crear un modelo de juego al que la plantilla se habitúe, justamente lo que no tiene este Club. Pero jugar bien no sirve de nada si se pierden partidos ( ahí tenemos a entrenadores como Víctor Fernández) para ganar partidos y coger confianza hay que empezar por hacer el equipo desde atrás, lo cual no suele ser muy vistoso para el espectador... por ello, nos encontramos en un Club donde falta lo más importante de todo: Paciencia.


La última oportunidad que tuvo el Real de conseguir esa graduación de objetivos fue con Juande Ramos, batió records de partidos y puntos... con una plantilla mucho peor que la actual y justo cuando le traen los buenos galácticos, le dan la patada.


Todo ello por no hablar de que el referente mundial sobre el buen fútbol lo tiene en el equipo rival, pero claro, el Barca tiene una serie de jugadores perfectos para su modelo de juego, tiene su planificación actual ( fichaje de Ibrahimovic, jugador que encaja con la filosofía de toque, elegancia, brillantez...) y su planificación futura (la Masía sigue dando sus frutos y Guardiola cuenta con la cantera como ha demostrado siempre).


6. Soluciones

Está claro que con todo lo mencionado anteriormente un entrenador no puede hacer gran cosa. Se encuentra en un Club donde le hacen la plantilla, donde le desautorizan a la primera de cambio ( caso Robben y Sneijder) y donde no hay tiempo para imponer tu estilo de juego.


No quiere decir que sea imposible, de hecho las soluciones son factibles:
- Intentar llevar la calma al club respaldando en todo momento al entrenador, dejándole trabajar durante al menos dos temporadas (aunque no se consigan títulos). Sólo de esta manera llegará algo de cordura a Chamartín.
En realidad, lo que ha buscado Valdano con Pellegrini es implantar el modelo Wenger del arsenal en España. La idea es la correcta siempre que se le permita un ámplio margen de maniobra para plasmar su filosofía de juego. Pero si lo que se quiere es conseguir eso a corto plazo puede que no sea el correcto. Personalmente de los últimos técnicos que han hecho algo interesante y que se encuentran sin equipo apostaría por Spalleti, ex de la Roma.

Mis alternativas a la anterior propuesta:
- Buscar un entrador de marcado carácter (tipo Capello, Juande Ramos...) que no se case con nadie ( el primero sentenció a Ronaldo y el segundo a Guti a las primeras de cambio) y que no tolere la más mínima indisciplina ( el enfado de Cristiano Ronaldo en el cambio cuando no le dio la mano a Pellegrini delante de todas las cámaras o la última rajada de Guti http://www.marca.com/2009/10/28/futbol/equipos/real_madrid/1256729859.html ).

Otro que sonó con fuerza fue Mou...al cual ya le dedicamos un artículo.


- Buscar cambios en el vestuario de jugadores díscolos o acomodados, como hizo Guardiola con Etoo, o que simplemente no den la talla.
- Implantar un modelo organizativo en el club en la parcela deportiva a modo de la Premier, sentando las bases para el primer equipo en las generaciones futuras de la cantera y donde el manager tenga un cargo que perdure muchos años. Hay varias fórmulas, tipo Rafa Benítez en Liverpool , donde es unipersonal esa parcela, o tipo Sevilla F.C ( aunque me duela) donde están Monchi y Pablo Blanco (en el Sevilla, como dijo Schuster, “da igual quien entrene porque lo hará bien”).









Dedicado a mis amigos Jose Antonio “el Largo” y Santi Angulo

domingo, 25 de octubre de 2009

ENTREVISTA | Roberto Martínez

Roberto Martínez (Balaguer, 1973) es el entrenador del Wigan, equipo de la Premier que ayer ganó al Burnley (1-3). Lleva catorce años en las islas. Llegó desde el Zaragoza

Tomás Guasch 25/10/2009

Me gustaría que nos explicara cómo se maneja en la Premier un club del tamaño del Wigan, digamos que de clase media-baja como corresponde a una ciudad de 90.000 habitantes. ¿Cómo están de dinero, por ejemplo?

Bien, pero con matices. Por los traspasos de Valencia, Palacios y Heskey ingresamos 44 millones de libras y lo normal hubiese sido reinvertir la mayoría de ese dinero en otros futbolistas. Pero el presidente (Dave Whelan) había puesto 66 millones de su bolsillo y recuperó algo de lo que adelantó. Hemos gastado menos de lo que hubiese sido normal. La idea es que durante los próximos dos o tres años nuestra inversión nos permita ser un club de media tabla en presupuesto. Ahora mismo nuestro objetivo no puede ser otro que la permanencia. La ventaja es que la televisión aquí es un gran sostén para todos.

Es usted mánager, entrenador, interviene en las finanzas del club... Un 3 en 1, vamos.

¡Sí, eso soy yo! Lo que en España se reparten entre el entrenador, el director deportivo y el gerente aquí es tarea del entrenador-mánager; Rafa Benítez podría dar un curso sobre esto por su experiencia en el Liverpool: entrenamientos, altas, bajas, vistazo al fútbol base, trato con agentes...

Volvamos a la tele.

No pasa como en España que están el Madrid, el Barça y el resto. Aquí el reparto es equitativo, todos tenemos 60 millones de libras por derechos de televisión. La diferencia la marca la grandeza del club. El United genera mayores ingresos que el Wigan por su magnitud superior, pero de la tele cobra lo mismo que nosotros. Sabes siempre lo que recibes y te manejas según el momento. El United, por ejemplo, no gastó más de 30 millones de euros de los 94 que recibió por Cristiano, pensó que es lo que le convenía ahora.

Nos sacan ventaja.

Pues sí, están a otro nivel. Y no sólo la Premier, sino las otras tres categorías profesionales. Hablamos de 92 equipos, la mayoría bien organizados. Es otra historia.

¿Y Ferguson manda tanto como dice Benítez?

Sí, mucho. Lleva toda la vida aquí y eso pesa. Ahora le han sancionado por decir que un árbitro no está físicamente apto y la verdad es que casi le han pedido perdón por multarle. A otro le habrían machacado... Ferguson tiene su grupo de fieles entre los entrenadores: Steve Bruce, que fue jugador suyo; Sam Allardyce, que cree que será su sucesor en Old Trafford, y otros. En el lado contrario está Benítez solo y le caen palos por todas partes.

El Liverpool no está bien.

No. Acusa la marcha de Xabi Alonso, que le daba un gran equilibrio. Trajo a Aquilani, pero no ha aparecido. Mascherano se ve obligado a construir y destruir y le resulta más difícil, claro. Ha tenido lesionados a los centrales Carragher, Agger y Skrtel; Gerrard y Torres tuvieron pequeñas lesiones... Perdieron tres partidos, también en la Champions, y la cosa se enredó. Pero Rafa saldrá adelante aunque quizá depende demasiado de Gerrard y de Fernando.

¿Y los demás?

El United es el de la actitud arrogante, el que te mira y te transmite que te va a ganar. El que mejor juega es el Arsenal y el más potente el Chelsea, aunque dependa mucho de Drogba. Como el United de Rooney: si no está lo pasa fatal. Porque acusa la baja de Cristiano, claro. Ha puesto ahí a Valencia, que es un buen jugador, pero no es lo mismo.

Su equipo, please.

Es una mezcla de nacionalidades. Tengo al colombiano Rodallega, buen delantero, a los hondureños Thomas y Figueroa, al francés Kapo, le recordará del Levante... Del Rayo me traje a Antonio Amaya y a Diamé, que lo está haciendo espectacular. Tanto que hay equipos grandes que ya han preguntado por él. A Antonio le va a costar más adaptarse a este juego directo, con tanto centro que complica a los defensas. Traje gente del Swansea, mi anterior equipo... Necesitamos tiempo para asimilarnos todos, en especial la manera de jugar.

Usted, tocando. Lleva desde el 95 en las islas, pero no se ha contaminado

Para nada. El Wigan jugaba en largo, buscando la segunda jugada, a la inglesa. El otro día dimos 547 toques, más que el Chelsea o el Arsenal, ¡es así! Les voy convenciendo de que es el camino. Al Chelsea le ganamos (2-1) en una tarde magnífica, frente al City empatamos y debimos ganar.

De Swansea se trajo a Jordi Gómez, el chico de la cantera del Espanyol. Dice usted que acabará en la Selección.

En dos años debe estar ahí por la mucha clase que tiene, por sus condiciones. Todavía no me explico cómo pudimos ficharle. Tiene 23 años y en su puesto el Espanyol prefirió a Nakamura, que tiene 32. Creo que Jordi es tres veces mejor y su carácter, el de un ganador.

Por cierto. ¿Es verdad que quiso a Tamudo en verano? Ahora está más fuera que dentro del Espanyol.

Estuvo en una lista de fichables, pero no fue posible. ¿Ahora? No sé. También le digo que sí creo que tiene un par de años buenos por delante...

Catorce años ya desde que dejó Zaragoza junto a Seba e Isidro Díaz. Fueron los primeros españoles que aprovecharon la sentencia Bosman. Y los fichó el Wigan, casualmente.

Así fue. Whelan, que ya era el presidente, abrió en España cuatro tiendas deportivas JJB, una de ellas en Zaragoza. El mánager de su organización habló con nosotros pues ya pensaban en cambiarle la cara al club: nos trató como si fuésemos sus hijos. Yo estuve seis años, Seba e Isidro se volvieron. Después me fui al Motherwell, pero a los seis meses suspendió pagos, cosa que en Escocia sucede muy a menudo. Me marché al Walshall y a los pocos meses me traspasaron al Swansea donde jugué cuatro años más. Fuimos campeones en Segunda, ascendimos, inauguramos un estadio nuevo, fui el primer capitán extranjero en la historia del club...

Faltaba el gran golpe.

Sí: cuando me disponía a acabar mi carrera en el Chester se presentó el Swansea a media temporada y pagó 25.000 libras para que me liberaran del contrato y hacerme su entrenador. ¡Fue muy comentado! Que un equipo de la Liga One pague a uno de la Two por un futbolista para hacerle entrenador, naturalmente que sin experiencia alguna, sonó raro. El Swansea es un club de Premier por todo y desde luego que lo considero muy mío. Llegué, ascendimos, jugamos un año buenísimo y llegó la segunda sorpresa: el Wigan pagó 2 millones de libras por mí. Debo ser un caso único, no se si existe otro entrenador por el que hayan pagado traspaso por dos veces. El fútbol...

Un día supimos que prescindía del portero suplente allá en el Swansea...

Porque entonces sólo podía convocar cinco suplentes; ahora son siete y claro que me llevo un segundo portero. Yo juego con dos extremos muy abiertos, un ariete, un volante de ataque, y necesitaba recambios para ellos. La estadística dice que el portero suplente se utiliza una vez cada 80 partidos, me la jugué y tuve el apoyo del titular, el holandés De Vries, quien me prometió que nunca lo expulsarían en un uno contra uno, ¡je, je!

Anécdotas, las habrá.

Una sobre todas. Jugábamos en casa con el Queens Park Rangers poco después de que lo comprara Flavio Briatore. A los 20 minutos se nos lesionó el portero, doble fractura en la cara sufrió. Puse en su lugar al central, que se entrenaba bajo palos con Iñaki Bergara. El campo se puso a rugir, a ayudarnos a tope... ¡y acabamos 0-0! Ellos no tiraron a puerta; al día siguiente, el QPR despidió a su entrenador.

¿En quién se inspiró usted?

En Cruyff, Sacchi, Maturana, Rioch, el técnico que precedió a Wenger en el Arsenal... Quiero que mi equipo tenga la pelota, mande en los partidos, juegue bien. Odio jugar agazapado esperando una contra, mirando el 0-0. Me gusta que mi equipo sea bravo... y lo está siendo.

sábado, 24 de octubre de 2009

Los dioses pisan césped

JOHN CARLIN 12/07/2009

Las ceremonias de masas confirman al fútbol como una nueva religión - El mesianismo afecta a las estrellas del deporte y el espectáculo

Hacia el final de la temporada de fútbol 2001-02 un grupo de jóvenes integrantes de la Brigada de Mártires de Al Aqsa estaba reunido con un periodista del Sunday Times de Londres en las profundidades de un sótano en el territorio palestino de Gaza. Los aspirantes al martirio estaban hablando al periodista del dolor de su pueblo, de su deseo de morir antes de vivir como esclavos o de cómo soñaban con oír llorar a las madres israelíes cuando irrumpió en el cuarto, muy animado, otro miembro del grupo. "Manchester United 5", anunció, "West Ham United 3. ¡Beckham marcó dos goles!". Los terroristas estallaron en júbilo, gritando, "¡Alá Akbar! [¡Dios es grande!]".

Un año después el Real Madrid de Florentino Pérez fichó a David Beckham. Si quedaba vivo algún integrante de aquel grupo seguro que vio en televisión la presentación oficial de Beckham ante 8.000 aficionados en el estadio de baloncesto del club madrileño. Pérez fichó al entonces capitán de la selección inglesa porque era un buen jugador pero, también, porque su figura generaba devoción hasta en los rincones más recónditos de la tierra. La genialidad de Pérez, lo que le distinguía de los demás directivos de los clubes de fútbol europeos, era que entendía mejor que nadie cómo transformar la fama planetaria de Beckham, y el fervor religioso que despierta el fútbol en general, en cantidades de dinero nunca vistas. Esto no lo entendió el Manchester: el club tasó su venta exclusivamente en función de su valía en el campo.

De vuelta a la presidencia del Real Madrid, tras tres años al frente de la empresa constructora más grande de España, Pérez insiste en el mismo planteamiento, en la misma fórmula. La diferencia es que hoy el Manchester ha aprendido la lección. El nuevo Beckham, la gallina que pone los huevos de oro, es Cristiano Ronaldo, por el que el club inglés pidió tres veces más de lo que costó Beckham. Quizá hubieran sido sólo dos veces más si no fuera por el hecho de que Cristiano, además, es mucho mejor jugador. Pérez ha respondido a este nuevo desafío, como es habitual en él, a lo grande. No basta con esperar que Cristiano deslumbre en el campo, hay que empezar a recuperar el dinero invertido en él ya, dos meses antes de que arranque la nueva temporada, montando una campaña mediática de marketing descomunal. Así, la presentación del astro portugués se llevó a cabo el lunes no en el estadio de baloncesto, sino en el estadio Santiago Bernabéu, y ante diez veces más espectadores que cuando Beckham se estrenó en público con el uniforme blanco.

Tiempos de crisis exigen un esfuerzo superior y por eso no bastó con invitar a los periodistas y dejar que ellos se encargasen de generar la emoción. Esta vez se les puso el espectáculo en bandeja. La puesta en escena en el campo del Bernabéu recordó a la de un concierto de rock de Bruce Springsteen, o de Michael Jackson. No fue ninguna casualidad. Pérez y su equipo entienden que el fútbol es una rama más del show business, del entretenimiento global; que la capacidad de un equipo de fútbol de generar dinero es similar a la de una película de Hollywood: cuanto más famosos los actores, más grandes las posibilidades de triunfar en taquilla. Cristiano Ronaldo es el Brad Pitt del fútbol.

Pero el fútbol también es cosa seria. Decir que es la gran religión global no es una metáfora. El 30% de la población global se declara cristiano; el 20%, musulmán: La pasión por el fútbol abarca a todas las religiones, razas, lenguas. Como ha escrito Stephen Tomkins, autor de Una breve historia de la Cristiandad: "Estamos abandonando las iglesias por el campo de fútbol. Los jugadores son dioses; las gradas, los bancos de la iglesia. El fútbol es la nueva religión".

Pérez intuye esto mejor que nadie. Para darle a la presentación del bien nombrado Cristiano el toque necesario de legitimidad ante los feligreses, el evento unificó el descabellado ambiente rockero con la solemnidad de una misa papal. Por si hubiese alguna duda, el acto comenzó con unas palabras sobre el césped del nuncio en España, cuya entrevista con Real Madrid Televisión fue difundida por los altavoces del estadio. El embajador del Vaticano confesó (con evidente orgullo) su amistad con Pérez y empezó a decir algo sobre Dios. Pero no tuvo la oportunidad de profundizar sobre el tema como quizá hubiera querido. El tiempo apremiaba y la entrevista se cortó de manera algo abrupta ya que había llegado la hora de que el presidente del Real Madrid, de pie sobre una especie de altar, tomara la palabra. Ante un atril, con Alfredo di Stéfano y Eusebio (dos grandes del viejo fútbol) sentados como cardenales detrás de él, Pérez habló en términos bíblicos -"pocos son los elegidos", pronunció- sobre el joven redentor, como Juan Bautista anticipándose a la llegada de Cristo. La afición coreaba "¡Florentino! ¡Florentino!", reconociendo la realidad, que el redentor de verdad, el gran padre del madridismo, era su presidente. Pero eso no quitó que el estadio se viniera abajo cuando por fin apareció Ronaldo en el campo, alto y guapo, bronceado, vestido de blanco: la imagen cinematográfica de Adonis, o Aquiles, o el dios Apolo.

Y entonces, en una pantalla grande, los goles de Cristiano, los milagros, con música celestial de Puccini, Nessum Dorma, de fondo. Y al final la liturgia, la nueva liturgia (repetida por Karim Benzema, más humilde nuevo discípulo madridista, en su más modesta presentación el jueves): "¡Uno, dos, tres...! ¡Hala Madrid!".

Y después a casa, corriendo, flanqueado por sus guardaespaldas, por si algún devoto exaltado saltara al campo y le arrancase las vestiduras, o le matara de amor.

¿Estará Florentino Pérez reinventado el fútbol una vez más? No el deporte en sí que, como él mismo ha constatado, es caprichoso, enigmático, imposible de reducir a fórmulas triunfadoras; sino el aspecto comercial, el negocio, el cómo se vende el deporte. Su lema ya es bien conocido: lo más caro es lo más barato. Es decir, uno ficha a los grandes nombres del deporte y eso se traduce no sólo en ventas de camisetas, sino en ingresos más inflados de los que alquilan la marca del club (patrocinadores como Adidas y Audi), de los palcos VIP en el estadio, y de los derechos de televisión globales. Lo que está por ver es si ahora se replicará la nueva coreografía, si de aquí a cinco años todos los clubes montarán grandes eventos escénicos a la hora de presentar a sus nuevos jugadores. Y si mientras, surgirán nuevas variantes sobre el tema, si habrá grupos musicales antes de los partidos y en los intermedios, si animadoras se pondrán a bailar cada vez que se interrumpe el juego, por lesión -o expulsión- de un jugador, si habrá fuegos artificiales no sólo cuando se gana una copa sino tras vencer al Spórting de Gijón en la jornada 17 de la liga. El modelo, claramente, sería el más circense, tradicionalmente menos austero, del fútbol americano o el baloncesto de la NBA. Se podría incluso, como hacen en la NBA, crear mini concursos fuera de las jornadas oficiales en los que cracks como Cristiano Ronaldo o Leo Messi compiten entre sí para ver quien mete más penaltis a Casillas; o se miden, sin balón a la vista, en un partido de PlayStation.

Si todo esto suena a exageración, no hay que olvidar que Pérez ha mostrado interés en crear una liga europea limitada a los grandes equipos del continente, algo muy similar a lo que se ve en la NBA. El Real Madrid siempre se ha querido identificar con el fútbol espectáculo. La cuestión ahora es si la tendencia expresada en la presentación de Cristiano Ronaldo se consolidará; si el espectáculo va a seguir todos los días, a todas horas, más allá de los 90 minutos reglamentarios de un partido. La respuesta del mundo futbolero no es, ni será, unánime. Ex jugadores de la talla de Pelé y el actual presidente de la UEFA, Michel Platini, se han declarado horrorizados ante lo que perciben como el despilfarro del Real Madrid en la compra de jugadores como Cristiano Ronaldo y el mucho más cristiano (miembro de Atletas de Cristo) Kaká, y el circo que les rodea.

En cuanto a la prensa deportiva, las reacciones se dividen entre los que favorecen al Real Madrid y al Barcelona; y los jóvenes y los veteranos. La prensa madridista se suma a la fiesta, encantada; la del Barça se mofa del exceso capitalino. Francesc Aguilar del Mundo Deportivo se preguntaba en una columna esta semana, a propósito de la participación del nuncio en el acto del Bernabéu: "¿Ha empezado la beatificación de Florentino Pérez y no lo han comunicado? ¿Van a santificar al presidente del Real Madrid?". El consenso en Barcelona lo expresó un periodista muy ligado al Barça cuyo comentario respecto a la presentación de Cristiano fue, "se han pasado cuatro pueblos".

Los periodistas jóvenes parecen sentirse menos incómodos ante la exuberancia escenográfica que propone el curiosamente asceta (en lo personal) Florentino Pérez, pero muchos de los mayores claman al cielo, entre ellos James Lawton del Independent, varias veces laureado con el premio Periodista deportivo del año en Inglaterra. Para Lawton el evento del lunes fue la expresión en estado puro de la "grotesca" herejía que representa el proyecto Pérez. Lawton, que se pregunta qué habría estado pensando realmente Alfredo di Stéfano durante la presentación de Ronaldo, dice estar convencido de que ir por ese camino es avanzar hacia la "autodestrucción".

Más medida fue la reacción de Andoni Zubizarreta, ex portero leyenda español. Zubizarreta comprende que "el gran montaje de marketing es lo que sostiene el precio del jugador más allá del juego en sí; vales más por lo que pareces que por lo que haces". Aunque el ex jugador aclara que, por supuesto, el valor radica en el talento del jugador con el balón en los pies. La parte fría de la cabeza de Zubizarreta comprende lo que está haciendo el Real Madrid, incluso agrega que generar ilusión en tiempos de crisis tiene su punto benévolo. Pero confiesa que al mismo tiempo el espectáculo sin precedentes que presenta el Real Madrid, "la mercantilización de la ilusión", le genera "sombras, contradicciones graves".

Se podría comparar con la mercantilización de la fe cristiana que se ve en ciertas sectas evangélicas de EE UU, aquellas en las que los ministros de la iglesia se enriquecen a base de la credulidad de sus parroquianos. Pero, más allá de las discusiones morales que genera el fútbol, la verdad que ha detectado Florentino Pérez antes que nadie es que, como dice un célebre escritor inglés, David Winner, no existe ningún fenómeno que ejerza más fascinación global que este deporte. "Se detecta cada día más una clara tendencia", dice Winner, autor (entre otros) de un premiado libro sobre el fútbol holandés titulado Brilliant Orange. "El fútbol está llenando el vacío cultural que ha dejado la religión".

La diferencia está en que nadie sabe con seguridad científica si hay recompensa después de la muerte, mientras que en el fútbol los resultados se ven en tiempo real, en el planeta Tierra. La gran ilusión (palabra clave del vocabulario florentiniano) que vive hoy el madridismo responde en buena parte a la enorme decepción sufrida la temporada pasada, en la que el eterno rival, el Barcelona, no sólo lo ganó todo jugando maravillosamente, sino que venció al Madrid, profanando el campo del Bernabéu, 2 a 6. La presentación de Ronaldo esta semana fue una especie de limpia, un exorcismo. Pero sólo fue el primer acto de una narrativa que no acabará hasta mayo del año que viene.

Volviendo a la metáfora del cine, el guión del Barcelona fluye con elegante inteligencia y sus actores son grandes talentos que no han podido o no han querido convertirse en celebridades mundiales. Son los Ralph Fiennes o los Anthony Hopkins del fútbol. El Real Madrid ofrece, en cambio, una película llena de extraordinarios efectos especiales, con una banda sonora apoteósica y actores superestrellas, con tendencias -especialmente en el caso de Cristiano Ronaldo- narcisistas. Obedecen al patrón Brad Pitt o Tom Cruise. A veces la película que cuesta menos triunfa más; y la superproducción se desploma. La apuesta de Pérez es grande y de alto riesgo. La ilusión de la afición y de la prensa madridista puede pasar rápidamente a la decepción y a la rabia. Pero si resulta que la temporada entrante, en el escenario del Bernabéu, el guión funciona, si el ritmo es devastador y el Real Madrid arrasa, toda la gloria será para Florentino Pérez, el profeta que habrá cambiado el mundo del fútbol para siempre.

No se espera a que juegue Cristiano Ronaldo, hay que rentabilizarlo ya

Florentino Pérez ve el fútbol como una rama más del 'show business'

La pasión por el fútbol abarca a todas las razas, lenguas, credos

Puede que llegue el modelo circense menos austero del baloncesto de la NBA

Pelé o Platini están horrorizados ante el despilfarro del Real Madrid

El fichaje de los grandes nombres del deporte se traduce en ingresos