Lo mejor está por llegar

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Analista Deportivo en Medios de Comunicación. Profesor de la Real Federación Andaluza de Fútbol. Analista Deportivo en Real Betis. Asesor Deportivo. Escritor del primer libro internacional sobre "Scouting Deportivo : Metogología, Scouting y Coaching" obra considerada el comienzo de la revolución del analista y del análisis como herramientas imprescindibles para profesionalizar el fútbol modesto. Colaboro con revistas especializadas, programas de radio... Para potenciar el #NetworkingSD fundé La Tertulia 10.

domingo, 27 de noviembre de 2011

La victoria más difícil y necesaria. TORRE 2-1 LA LIARA.

El fútbol son 11 contra 11 y un balón por medio. Quien piense así no ha jugado a este deporte ni siente los colores de algún equipo.  Porque cosas que siempre se repiten, misteriosas coincidencias que acaban tomando forma en el subsconciente del imaginario popular, obteniendo con el tiempo toda la fuerza de un dogma de fe.

"Ese jugador es el mejor de todos", " a este le gusta la noche", "ese entrenador juega al ataque"... ¿cuántas de estas frases acaban calando en nuestros oídos... formando una etiqueta imborrable?. Estos mensajes son los que muchas veces utilizan los entrenadores, prensa y directivos para intentar convencer a los jugadores de que se puede conseguir un objetivo o a los aficionados de que piensen de una determinada manera. Pueden ser el instrumento para algo positivo o negativo.

En nuestro caso particular, con la victoria de hoy rompimos un tópico y confirmamos otro: rompimos el de que con los rivales de la parte baja de la tabla perdemos. Confirmamos el de que en nuestra casa va a costar ganarnos. Estamos forjando a fuego nuestra historia en casa, en la tierra oscura que tantas veces maldecimos.

Desgraciamente en la mente de los que no conocen nuestra categoría, se instala el efecto clasificatorio de descalificar a los rivales de la parte inferior de la tabla. Como están por debajo nuestra...pues les metemos 6. Eso, señores, no pasa ni en primera división. Cualquiera es capaz de ponerte en aprietos, tanto fuera como en casa, lo único que puede hacer que ganes partidos es mantener la cabeza muy fría y, en momentos puntuales, cuando peor vaya todo, esbozar una sonrisa y decir " oidme, no es más que un juego".

La plantilla de la Torre está formada por jugadores descartados de otros equipos de Primera regional, de jugadores de la liga de fútbol sala, otros que llevan un año sin jugar y otros que el año pasado estaban en 2 regional. No tenemos cracks, hay gente que tuvo un buen pasado pero que luchan cada entreno por recuperar ese nivel. Muchos tienen este año su primera  temporada en un club senior, experiencia cero... y sin embargo: ganamos.

Ganamos partidos bonitos y partidos feos. Partidos con un sistema y partidos con otros. Partidos con 8 bajas y partidos sin tantas... y si ganamos es por algo muy simple, porque no jugamos con un portero, un lateral, un central... así hasta sumar once. Cuando estamos en el campo sólo hay un equipo, un bloque, una familia. Da igual quien entre, quien salga, quien meta, quien falle... La energía positiva que da el confiar, el no criticar, el estar tranquilo ante un fallo porque nadie te va a crucificar... hace que estemos deseando que llegue el próximo entreno para vernos.

Por eso ganamos... aunque  perdamos los puntos. Estamos en la línea adecuada, en el camino correcto. Somos uno.

Pd: Y si encima el señor que pinta el campo, sin ningún tipo de obligación, hace con su señora una caldereta... o que el gol definitivo lo meta un chico que se ha llevado3 meses lesionado... pues nos reconforta más. Mañana a entrenar de nuevo...esto no para.

"Bielsa siempre me pide más"

EDUARDO RODRIGÁLVAREZ - Bilbao - 27/11/2011
 

"Hacemos muchas repeticiones en los entrenamientos para jugar de memoria"
"No tenemos miedo a nadie. A los rivales les cuesta aguantar nuestro ritmo"
"Si seguía como el curso pasado, no iba a evolucionar. Ahora soy más importante"
"Aprendemos a no correr por correr, sino unidos y sabiendo por qué".

Con la llegada de Marcelo Bielsa, el mundo futbolístico de Fernando Llorente (Pamplona, 1985) cambió. De pronto, el poste central debía bambolearse y participar en el juego colectivo del equipo más allá de ser referente del aéreo. Le costó, según dice, pero lo agradeció. Su actitud no ha variado desde hace años. Lleva casi 80 partidos oficiales consecutivos alineándose en el once inicial y está a punto de ser el futbolista de campo con más participaciones seguidas en el Athletic (ahora es Urkiaga). Hoy, con Bielsa y sin demérito de Joaquín Caparrós, que le dio el aire que necesitaba para resurgir tras un periodo negro, Llorente se siente mejor jugador en un equipo mejor.

       

      Pregunta. Su papel en el equipo ha cambiado tras la llegada de Bielsa al banquillo. ¿Le costó asimilarlo? Respuesta. En general, ha habido un cambio muy radical. Desde que llegó Bielsa, hemos tenido que cambiar nuestra forma de jugar. En mi situación, me di cuenta de que tenía que progresar porque llegó un momento en que, si seguía como en la temporada pasada, no iba a evolucionar nada. La forma de jugar que quería Bielsa hacía que yo tuviera que asumir una faceta más importante para el equipo, que lleva consigo un desgaste significativo partiendo de la presión por todo el campo, muy fuerte, desde el principio. Eso lo hemos trabajado muchísimo. Por eso al comienzo fue extraña hasta la forma de entrenarnos, que nos llamaba la atención. Necesariamente, cuesta un tiempo adaptarse. P. ¿Le costó entender su nuevo cometido? R. No me ha costado. Creo que me ha llevado el mismo tiempo que al resto del equipo comprender el juego que quería Bielsa que hiciéramos. Ha sido una labor de todos: entender cómo teníamos que presionar y, a partir de ahí, comenzar todo lo siguiente. P. ¿Parte todo de la presión? R. Eso es una cuestión muy importante. Desde ahí comenzamos a formar el equipo. Aprender a no correr por correr, sino a correr unidos y sabiendo por qué corremos en cada momento. En función de ese concepto, Bielsa me va diciendo más cosas, me va pidiendo siempre más, para ser cada vez mejor. Ya no estoy fijado entre los centrales. Bielsa me pide más movilidad, que entre y que salga. Me pide mucho que rompa la espalda entre los defensas porque, hoy en día y siempre ha sido así, lo que más les duele a los defensas es correr hacia atrás, tener que recular. Es algo a lo que no están acostumbrados. P. Se deduce que ahora se siente más jugador. R. Siento que voy evolucionando y que tengo más capacidad y posibilidad de mejora. Ahora amplío más todas mis posibilidades: irme a la banda, hacer acciones individuales, disfrutar más y marcar goles de otras maneras. P. ¿Llegó a dudar de su nuevo estilo cuando, al principio, los goles no entraban? R. Es algo que el míster me dejó claro desde que llegó. Me dijo: "Quizás no te vayas a lucir más individualmente, pero vas a hacer un trabajo más importante para el equipo". Ahora me doy cuenta de que he conseguido hacer un trabajo para el equipo y, al tiempo, seguir brillando de forma individual. Creo que para eso hay que estar muy bien físicamente. Esa es una de las claves. P. Es lo que Bielsa dijo que hizo con Hernán Crespo en la selección argentina cuando le pidió que dejara de hacer algunas cosas que hacía bien para que empezara a hacer otras que no hacía tan bien, pero que eran importantes para la mejoría del equipo. ¿Es así? R. Al final, todo ha significado un crecimiento para todos. Hemos evolucionado y ahora todos somos un poquito mejores. Esa es la clave para conseguir cosas importantes no solo a largo plazo, sino incluso a corto plazo. P. ¿Es Bielsa un entrenador dialogante con los jugadores? R. Él guarda muchas de las jugadas que hacemos en los partidos e intenta reconstruirlas en los entrenamientos. Todo lo que reconstruye es porque nos lo ha visto hacer a nosotros y a partir también de su experiencia con todos los jugadores que ha tenido y los equipos en los que ha estado. Por eso en muchas ocasiones nos pregunta a nosotros por qué aquello no salió o qué falló en aquel movimiento para que no pudiera ser finalizado con éxito. Él parte de su experiencia y de su conocimiento, pero también quiere saber nuestra opinión en circunstancias concretas. Hacemos por ello muchas repeticiones en los entrenamientos. Pero lo que hacemos tiene que ser intenso, de modo que luego, durante el partido, resulte más fácil y no te cueste un esfuerzo mental. Que te salga fácil. P. Lo que se llama jugar de memoria... R. Sí, esa es la clave. Que vayas almacenándolo todo y que después, sobre el terreno de juego, te salga de memoria, que surja solo. P. En su horizonte, a medio plazo, también está la Eurocopa. La competencia de delanteros es muy grande. R. Está ahí, pero lejos. Yo creo que cada uno, aunque hablo por mí, estamos centrados en nuestro equipo sabiendo que lo más importante es hacerlo lo mejor posible para luego tener una oportunidad de estar en la Eurocopa. P. ¿Nota el equipo que intimida al rival a raíz de los buenos resultados conseguidos? R. Ahora mismo, sí. Desde que fuimos a Valencia, nos sentimos más fuertes, con más confianza. Vamos desde el principio a por el partido y no tenemos miedo a nadie. Contamos con un ritmo y una intensidad que a todos los equipos les cuesta aguantar. Eso es lo que proponemos en cada encuentro.

      domingo, 6 de noviembre de 2011

      Abriendo distancias con el descenso: a 7 puntos.

      Empate fuera que deja un sabor extraño, se pudo haber ganado perfectamente...pero el fútbol no fue del todo vistoso. Cierto que todo lo que sea sumar está bien en esta categoría, pero ya toca sumar de 3 en 3.

      Se planteó un sistema para tener el control del partido, la posesión, pero fue más que nada un encuentro de ida y vuelta en la primera parte, donde estuvimos muy serios en defensa e incisivos en ataque, con gran gol de Rubén a pase de Alvi tras robo de Lolo...pero el centro del campo no existió.

      La expulsión de un jugador del San Martín provocó otra vez una relajación que a la postre desencadenó un fallo en la basculación ( se habló de ello en el vestuario) que acabó con gol del equipo local.

      Los cambios buscaron ir a por la victoria metiendo gente de ataque, abrir el campo, de esta manera llegaron dos penaltys no pitados (algunos hasta cómicos) que frenaron nuestras esperanzas de conseguir la victoria.

      Agradecer a Guti, entrenador del San Martín, las felicitaciones en nuestro vestuario al finalizar el encuentro y sus gratas palabras hacia la labor del cuerpo técnico.

      El 'loco' que Pep lleva dentro

      Guardiola conoció a Bielsa hace cinco años y sintonizó de pleno con la apasionada filosofía de juego del entrenador argentino, al que venera y al que se enfrenta mañana en San Mamés

      LUIS MARTÍN - Barcelona - 05/11/2011

      El 10 de octubre de 2006, Josep Guardiola viajó en coche de Buenos Aires a Rosario para reunirse con Marcelo Bielsa. El encuentro entre dos tipos con visceral curiosidad infantil generó escenas impagables, tremendas disputas de concepto y, finalmente, consecuencias futbolísticas eternas, porque además de una relación fundamentada en el respeto, se gestó otra personal, basada en una devoción sincera.


      Bielsa descubrió a un tipo tan apasionado como él mismo por la razón del juego -locura le llaman algunos- y Guardiola obtuvo justificación verbal para muchas de sus convicciones, carentes de razón. Seguramente por eso, el día que Guardiola fue presentado como nuevo entrenador del Barcelona, alguien reparó en que en gran parte del discurso se refería al libro Lo suficientemente loco, publicado por Ediciones Corregidor en 2004, y firmado por Ariel Senosiain, una biografía de Bielsa. "¿Qué te crees, que nací enseñado?", respondió Guardiola al ser advertido de ello.



      "Puedo perdonar jugar bien o mal, pero el talento depende de la inspiración y el esfuerzo depende de cada uno; la actitud es innegociable". "Solo sirve ganar, todos los sistemas son buenos, pero no puedo ganar sin transmitir lo que siento". "No concibo otra manera de encarar el partido que no sea ser protagonistas, ir a buscar y hacer nuestro el partido". "Soy un fan absoluto del fútbol de ataque, cuando veo la pelota en el campo contrario estoy muy tranquilo". "Planteo los partidos pensando en cómo hacer daño al rival". "Atacaremos mejor si defendemos mejor y defenderemos mejor si atacamos mejor". "Uno solo es poca cosa, juntos somos más fuertes". "Mi trabajo es sacar el máximo potencial de mis jugadores". "Tenemos derecho a jugar mal". Son frases que Guardiola, antes o después, ha usado.



      Bielsa ha dicho: "El fútbol es una cuestión de actitud, aprendí del deporte el valor del esfuerzo". "Correr es un acto voluntario, no de inspiración". "Entrenar es ser capaz de poner en juego las facultades habilitadas a un jugador por la naturaleza". "El fútbol descansa sobre cuatro premisas fundamentales, cómo pasar de la defensa al ataque y del ataque a la defensa". "Mi equipo siempre ha de ser protagonista, nunca pienso en la espera". "Lo fundamental es ocupar la cancha". "Ningún equipo juega siempre bien". ¿Les suena? Su discurso es tremendamente parecido, porque lo es su manera de sentir el juego. Además, por concepto son devotos del Ajax de Van Gaal, especialmente por cómo ocupaba aquel equipo los espacios.



      El primer punto que entronca la locura de Pep en la sinrazón de Bielsa remite al sentimiento. "Nada será parecido a ganar con el Barcelona", ha dicho Guardiola. Igualmente, nunca una victoria le generó tanto a Bielsa como los triunfos que obtuvo cuando era entrenador de Newell's Old Boys. Y ambos se unen en el dolor de la derrota por lo que supone de defraudar el sentimiento ajeno. A partir de ahí son dos cartesianos comunes, definidos por el método, pero eso es otra cuestión. Ambos, sin tener facultades naturales para jugar donde jugaron, cumplieron sus sueños futbolísticos por su asombrosa capacidad para entender el concepto de juego, siendo capaces de sacar ventaja de sus limitaciones. Los dos envidiaron a futbolistas que les superaron, y a los dos se les obligó a reflexionar extraordinariamente sobre la esencia del juego para salir vivos del intento. Los dos se rebelan ante futbolistas que malgastan el don que les da la naturaleza, porque ellos carecieron de él, pero ambos tratan de dar mecanismos a sus jugadores para que disfruten del concepto.



      Como entrenadores, Bielsa y Guardiola buscan que sus equipos manden por norma, ser protagonistas del partido de manera decidida y persiguen el gol por encima de cualquier axioma, así que sufren cuando no tienen el balón. Ninguno se refugia en excusas cuando catan la derrota, sensación que les enferma y les aísla, porque la sufren con vergüenza del que decepciona y rehuyen escudarse en el calendario, el horario o en los árbitros, porque ambos saben que son circunstancias del juego que no pueden controlar. En eso, también Bielsa resulta más visceral que Guardiola.



      A ambos les mata la deslealtad, así que su círculo se cuida de dar razones para que sospechen de una manera sectaria, sabiendo que la traición se paga con el desprecio eterno. Los dos necesitan que el grupo les arrope, ideológica y funcionalmente, aunque a ninguno sea fácil seguirles el ritmo de trabajo. Perfeccionistas brutales, su mirada puede ser neurótica, enfermiza en la defensa del jugador, sobre todo si falla.



      Unidos en su locura, ambos disfrutan en su vida privada de una mujer culta e inteligente a su lado. Ellas asumen y son conscientes de que, a menudo, cuando hablan a sus maridos, estos piensan en Messi. Les tienen por locos pero hay quien adivina que son felices en esa sinrazón.

      http://www.elpais.com/articulo/deportes/loco/Pep/lleva/dentro/elpepidep/20111105elpepidep_3/Tes