Lo mejor está por llegar

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Analista Deportivo en Medios de Comunicación. Profesor de la Real Federación Andaluza de Fútbol. Analista Deportivo en Real Betis. Asesor Deportivo. Escritor del primer libro internacional sobre "Scouting Deportivo : Metogología, Scouting y Coaching" obra considerada el comienzo de la revolución del analista y del análisis como herramientas imprescindibles para profesionalizar el fútbol modesto. Colaboro con revistas especializadas, programas de radio... Para potenciar el #NetworkingSD fundé La Tertulia 10.

viernes, 3 de octubre de 2008

"Estoy jugando en el Madrid por cabezonería"

Sigue peleando con el fatal destino que le ha tocado vivir a la cantera en la época más reciente: "Es normal que pese más un fichaje de 24 millones que uno de la casa".

Marco Ruiz 03/10/2008

¿Para qué le han servido estos cuatro partidos como titular en el Madrid?

Ser titular no es una sensación nueva para mí. Es un síntoma bueno y, aquí en el Madrid, me sirve para coger ritmo de partidos y de competición.

¿No le da confianza?

Ya la tenía antes de volver. Puede que ahora esté más seguro de mí mismo en el vestuario, en el rol que ocupo.

¿Y cuál es ese rol?

Me sentiré canterano toda la vida, pero ahora noto el respeto de los demás y soy uno más. Lo noto en el trato que los demás tienen hacia mí. Ya me han visto jugar mucho en el Getafe, equipo que me llevó a disputar la UEFA y la Eurocopa, cosa por la que le estoy muy agradecido. Tenía claro que volvía para intentar ganarme un puesto aunque, siendo canterano, lo tienes el doble de difícil. Y más con esta plantilla que tenemos...

¿Qué diferencias hay entre cómo jugaba en el Getafe a cómo lo hace en el Madrid?

Fácil. En el Getafe jugábamos dos pivotes e incluso llegué a experimentar de central. Aquí hay un pivote y dos medias puntas. Tengo más labores ofensivas y libertad.

Y eso le encanta.

Sí Me gusta arrimarme al ataque, disparar y llegar. Estoy donde se gesta todo el juego y me encargo de llevar la pelota a los delanteros.

¿Dónde es más complicado jugar, más arriba?

Ocurre que cuanto más arriba te mueves los espacios se reducen. En la media punta tienes gente por delante y por detrás y eso te obliga a pensar rápido, jugar al primer toque y con precisión. Estar más atrás te concede algunas décimas de segundo más. Además, el campo se estrecha mucho en el fútbol de ahora, donde se suele jugar sin extremos.

Todo es más difícil.

Ahí prevalece el pase corto, las paredes, el pase en diagonal. Robben, a veces, supone un gran desahogo.

¿Qué consigna le da Schuster en cada partido?

La misma que a todos. Tenemos que coordinar los movimientos, tapar los huecos y hacer las bien coberturas.

Y a usted, ¿qué le dice?

Que apoye al pivote defensivo, que apoye de cara a los puntas, que tape las subidas de los laterales. A los tres del centro del campo nos pide que apoyemos al delantero que tengamos más cercano, que estemos por la zona buena

La 'zona buena'...

Se trata de dar soluciones.

¿Qué valor le da a Diarra dentro de ese sistema?

¡Diarra, Gago o Javi García! Tener a alguien que rebañe es fundamental, pero el equilibrio llega cuando trabajan todos.

¿Se ve con las mismas características que Guti, Van der Vaart, Gago o Sneijder?

Nos parecemos muy poco.

¿Cómo definiría a Guti?

Es un fuera de serie, nadie tiene tanta clase como él en esta plantilla.

¿Van der Vaart?

Un tío que, aparte de trabajar en el campo, tiene una zurda de oro y mucha llegada. Es bastante completo.

¿Gago?

Un pelín más defensivo, incluso a la hora de sacar el balón arriesga menos. Se sabe colocar muy bien para cortar el juego. Muy táctico.

¿Y Sneijder?

Rápido, eléctrico. Ser bajito le permite hacer los movimientos más rápidos, desequilibrar mejor. Y luego tiene un golpeo de balón espectacular.

Y con ese panorama, ¿volvió al Madrid por dinero o por amor a la camiseta?

Siendo sincero, he tenido muy buenas ofertas. Y a uno le da por imaginar que igual que se presenta esa oportunidad puede no llegar otra. Pero ni siquiera me lo pensé cuando me llamó el Madrid. Era una cuestión de amor propio. He estado mucho tiempo en la cantera y sigo en el Madrid por cabezonería. Tengo que triunfar aquí y hasta que no lo consiga no voy a parar.

¿Recuerda cómo llegó a los Benjamines del Madrid?

Estaba yo jugando con mi hermano un torneo de fútbol siete

¡Su hermano!

Francis, tres años mayor. Un mediocentro que también prometía, aunque era más defensivo, más bruto (risas).

¿Dónde juega ahora?

Jugaba. Se quedó en el Carabanchel, en Tercera.

Siga con lo suyo.

En aquel torneo me vio Mezquita y me llevó a hacer las pruebas. Así empezó todo.

¿Quién ha sido la persona más importante en su estancia en La Fábrica?

Todos los entrenadores te aportan, pero yo me quedo con los que me han ayudado en el tramo final, que es el decisivo. Míchel y Mandía estaban muy convencidos conmigo.

¿Y Quique Sánchez Flores?

También. Lo tuve en el Juvenil A y luego me quiso para el Getafe (llegó un año después).

¿De su generación, a quién echa de menos en el primer equipo del Madrid?

Había muchos muy buenos. Granero, Balboa, Juanfran, Valero, Mata Todo depende de las necesidades del equipo; quedarte es una lotería.

¿Y algún otro que fuera para crack y que se quedara en el camino?

Sí, sí Miguel Delgado, por ejemplo. En los juveniles. Un mediapunta que me dejaba alucinado. Pero tuvo una lesión de rodilla y todo se complicó. Creo que hace poco estaba en el Cádiz B. Sólo llegan arriba los que tiene suerte y saben sacrificarse, cuidarse

¿A usted quién le metió el gusanillo del fútbol en el cuerpo?

Mi padre, que siempre ha jugado al fútbol sala. Luego se hizo entrenador. Fue el que me enseñó primero, cuando yo tenía tres o cuatro años.

¿Incluido el pegarle con las dos piernas?

No, no Eso es cuestión de mentalidad. Cuando me venía a la izquierda le pegaba, con decisión, y a base de fallarlas te acaban saliendo. Pero si lo haces desde chiquito, claro.

A sus 23 años, ¿le marea el mundo en el que se mueve?

No paran de lloverte los consejos y los amigos. Pero uno no es tonto y sabe a quién hay que hacer caso y a quién no.

¿El mejor futbolista que ha visto sobre un campo?

Zidane era una maravilla, pero yo, por cuestiones evidentes, me quedo con Raúl.

¿Cómo le ve?

Igual que siempre. Es normal que no juegue algún partido, como le ocurrió ante el Zenit. No hay que alarmarse. Sigue siendo un ejemplo para todos los que venimos de abajo, por cómo actúa, cómo trabaja, y por cómo es.

¿Le obsesionan a usted las críticas?

Nunca. Leo los periódicos cuando los tengo a mano, pero no soy de ir al kiosko a comprarlos. Tampoco suelo ver los partidos repetidos después de jugarlos. Intento desconectar. Si se me da bien, no suelo mirar nada.

¿Cuál es la crítica que más le ha dolido?

Me siento bien tratado por la Prensa, pero veo que cuesta más trabajo que te valoren cuando vienes de la cantera. Lo respeto, pesa más un fichaje de 24 millones que uno de la casa. Las cosas hay que justificarlas.

Hablemos del equipo. ¿Se están acostumbrando a ganar pasándolo mal?

No sería malo que fuera así. Saber sufrir es una virtud. Ganar sufriendo nos fortalece, como sucedió ante el Zenit. Estas cosas hacen equipo, nos junta a todos para mirar al mismo lado y sabemos que si seguimos así podemos hacer grandes cosas. Ahí empezó el Madrid a remontar el vuelo en la última etapa de Capello.

¿Hay muchas diferencias entre el vestuario del Getafe y el del Madrid?

Claro. El del Getafe era más familiar. Pero bueno, aquí ahora hay muy buen ambiente, y se lo dice un hombre que lleva cuatro años subiendo y bajando al primer equipo. He conocido más épocas. Ahora hay unión, buen rollo. Creo que las sensaciones son muy positivas.

¿Hasta dónde puede llegar este Madrid?

Eso lo dirá el tiempo, pero yo tengo la sensación de que podemos ganar Liga y Champions. Hay grupo para ello.

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